Con el permiso de los móviles, el centro del negocio de Samsung pasa por los televisores. La compañía coreana presentó su nuevo catálogo en el CES de Las Vegas, pero hasta que no se celebra el Forum que se celebra estos días en Montecarlo, no se sabe qué es lo que llegará a España.Los aficionados a la imagen están de enhorabuena porque prácticamente llegará a nuestro país toda la oferta de televisores 4K.

Samsung ha cambiado algo de rumbo en este sector. Aunque insisten en que siguen apostando a fondo por los paneles curvos, la nueva gama va a estar prácticamente replicada con teles planas y curvas en las mismas pulgadas, casi en las mismas categorías y con una diferencia de precios a favor de las planas de entre 100 y 200.   En otro cambio de tendencia, deja de apostar por el One Connect. Hace un par de años, Samsung pasó parte de la circuitería y las conexiones de las teles a una caja externa a la que llamó One Connect. La idea era que se pudiera actualizar la tele cambiando el One Connect por otro superior con una nueva familia de procesador o de conectores. No lo ha eliminado del todo, pero por un criterio estético: llevar los cables lejos de la tele. Ahora es más pequeño y sólo lleva las conexiones, no la inteligencia del televisor.

A pesar de ello, los nuevos paneles son más finos que los de 2015. ¿El motivo? Otro cambio de tendencia: vuelven al edge led. Los nuevos equipos (excepto el 9.500) se iluminan únicamente por un lado de la pantalla en lugar de hacerlo por todo el fondo. Curiosamente, no se nota el efecto halo y la iluminación está perfectamente distribuida por toda la superficie.En lo que sí sigue es en profundizar en teles de alto rango dinámico (HDR) y en ampliar el rango visual: 1000 nits. Lo que le permite mantener negros bastante puros sin renunciar a brillo y color.La gama va desde los televisores de 43 a los de 88 pulgadas, tanto con paneles curvos como planos y a unos precios que arrancan para los 4K en los 2.000 euros y llegan hasta los 7.000.Pregúntale al frigoríficoPor tamaño y uso, el frigorífico es el rey de la cocina, y en esta ocasión, Samsung sí trae el modelo americano, el RF9500K. Es una mole de cuatro puertas con una pantalla de 21,5 pulgadas en una de ellas y tres cámaras en el interior.

La mitad superior se dedica a conservar y la inferior se puede dividir en dos funciones: todo congelador o mitad congelador y mitad refrigerador.Es el primer frigorífico interactivo de la compañía que se conecta a la red WiFi, se puede manejar con una aplicación desde el móvil, será capaz de hacer mirroring (mostrar en su pantalla el contenido del móvil…), navegar por internet, mostrar notas de memoria, fotografías, recetas… Está preparado para saber qué tiene en su interior mediante un escáner de código de barras en la parte inferior de la gran pantalla y gracias a tres cámaras que toman una foto del interior cada vez que se abre y cierra la puerta. Esas fotos las podemos consultar desde la app y saber en cada momento qué tenemos en el frigo. Con esa información, el siguiente paso es hacer la lista de la compra y encargarla desde el propio frigorífico al supermercado. De hecho, están en conversaciones con diversas plataformas para que se conviertan en los proveedores que llenen sus estantes. Todo eso tiene un precio. Y no es bajo: unos 6.000 euros. El calcetín olvidadoLa compañía coreana anunció hace ya un año una nueva gama de lavadoras que permitían añadir ropa en cualquier fase del lavado.

La bautizaron como AddWash y este año, en unas semanas, llegarán a los comercios españoles. Son máquinas que arrancan en capacidades de carga de siete kilos y precios de 549 euros. Pero lo interesante comienza en la gama media: la serie 6.000, con capacidad a partir de ocho kilos tiene conexión WiFi y permite programar su puesta en marcha y diversas alarmas desde el móvil. Se puede, por ejemplo, pedir que nos avise cuando va a iniciar el ciclo de aclarado para meter ropa lavada a mano, o para añadir prendas más delicadas. El precio de la 6.000 sube 100 euros mas, hasta los 649 euros. La más cara es la 7.500, con carga de nueve kilos, también WiFi y AddWash.Para tus oídosSamsung lleva un lustro intentando entrar en un mercado que se le ha resistido, el del audio. Comenzó recuperando las válvulas y las cajas de madera para demostrar que se lo toma en serio y creó un centro de estudio y diseño de audio por el que pasan todos los equipos que tengan que ver con sonido, desde teles hasta frigoríficos que emitan música, móviles o altavoces.Ahora han dado un paso más al sumarse al estándar Atmos, en el que participa Dolby, con una barra de sonido que pretende crear el efecto de una sala de cine en el hogar.

El sistema, que llegará a España a mediados de julio y para el que todavía no tienen precio, se compone de una barra con tres altavoces frontales y dos dirigidos al techo; un subwoofer y dos altavoces inalámbricos dobles, con dos conos frontales y otros dos hacia el techo. El sistema reconoce mediante un micrófono las características acústicas de la habitación y el punto en el que se van a colocar los escuchantes y adapta todo el sistema para que reciban el sonido como fue grabado.Sin llegar a la exquisitez de la Atmos, incorporan nuevas barras de sonido a su catálogo.

o en vano es el segmento de audio que más crece, junto con los sistemas multihabitación. En estos últimos, a los R7, R6 y R1, añaden el R3, un equipo que distribuye el sonido en 360 grados, compatible con servicios de música como Spotify, que se maneja desde una aplicación en el móvil o directamente desde la superficie táctil y que se puede unir a otros equipos en red en distintas habitaciones o pareándolos con un televisor (ha de ser Samsung). El R3 costará 299 euros, lleva sistema operativo Tizen y es compatible con Android y iOS.

Fuente: http://www.elmundo.es/tecnologia/2016/02/11/56bcd215e2704efc408b45f6.html