Dos cosas son muy sabidas. La primera es que los útiles escolares no se quedan atrás con la inflación de cada año y la segunda es que este verano más personas han decidido pasar sus vacaciones en Chile

. Sumando las dos resurge un fenómeno que se repite en los últimos años: muchos aprovechan el cruce de la cordillera en las vacaciones para comprar los útiles escolares antes del comienzo del ciclo lectivo.

Ocurre que en los viajes al país transandino, muy atrayentes para la compra de productos tecnológicos, este verano se sumó la quita del 35% de AFIP que operaba en tarjetas de débito y de crédito, además de la liberalización del cepo cambiario para comprar moneda extranjera.  

Por otro lado, la inflación local no ha sido menor a la de los otros años y algunos comerciantes de útiles consultados en Mendoza la estiman por encima del 30%.

Analía Tejada (45) ya tiene la costumbre de hacer estas compras en Chile: “A partir de febrero es cuando comienza la liquidación. No sé ahora pero el año pasado habían camisas blancas por 60 pesos, igual que muy baratos los pantalones de uniforme y medias”.

Según cuenta esta madre mendocina de dos hijos, muchas de sus conocidas también lo hacen y además de vestimenta consiguen fibras, lápices y cartucheras de calidad a buen precio.

Un elemento que varios destacan como conveniente para comprar en el país vecino son las mochilas. Priscila Rodríguez (33) estuvo la semana pasada en Chile: “Compré para mi sobrina por 12.900 pesos chilenos, unos 270 argentinos, una mochila muy buena con doble costura”.

Tejada, por su parte, contó que el año pasado compró por 660 pesos una mochila reforzada de marca, con todo el carro más las ruedas. “Acá me hubiera salido entre 1.000 y 1.500. Es muy buena; es más, la quiero destruir y no puedo”, dijo entre risas.

Los comerciantes mendocinos están al tanto de la situación pero no se alarman ya que, por ejemplo, los colegios piden marcas que no siempre están del otro lado de la cordillera. “Quizás mochila y uniformes sí, pero el resto no sé si conviene. Unos compran también a mitad de año y algunos colegios piden marcas específicas”, analizó Yael Kemelmajer, de Papelería Entre Ríos.

En esa librería céntrica se notaban ayer más clientes que de costumbre, pero los consultados no se adelantaban a las compras escolares sino que iban por distintos motivos.

Por su parte, un empleado de Segal en calle San Martín consideró que, al manejar ellos precios baratos, no ve la conveniencia de ir hasta Chile para comprar útiles. Santiago Salomone, de Rayuela, conincidió con el panorama pero recordó que las medidas son distintas en el país transandino: “Ni los cuadernos ni las carpetas son compatibles”.

En ese local de calle Garibaldi algunas personas consultaban ayer pero no por útiles. Era el caso de Alejandra (51), que con su pequeña Mayra (9) contó que aún no tiene la lista del colegio para empezar a comprar.

Algo en lo que los comerciantes locales coincidieron fue en no poder definir a qué costo se irán los útiles en esta temporada. Una de las razones que esgrimen es que los proveedores aún no les fijan los precios y a que éstos pueden variar mucho.

“Un proveedor de un papel especial nos aumentó en 70%”, narraron en uno de los locales. Por otro lado, otro comerciante recordó que en octubre del año pasado se incendió un depósito de la empresa Estrada y eso ha demorado el stock.

Si bien algunos colegios ya han enviado las listas de útiles (algunos en diciembre), la temporada fuerte no ha comenzado en Mendoza y los comerciantes esperan a que se aclare el panorama. Como ejemplo, basta decir que en la mayoría de los comercios faltan los precios de varios productos.