Desde el Centro de Implementación de Políticas Públicas afirman que a pesar de los avances en materia de inclusión, se ha profundizado la infantilización de la pobreza en Argentina, que además es una tendencia que se observa en toda América Latina.

Más de 20% de los niños menores de 5 años en la Argentina son pobres y 9% son indigentes, según datos que recopila un documento que publicó el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).

Esto, cuando el período que se extiende desde el embarazo hasta los 4 años es fundamental para el desarrollo físico, intelectual y emocional de las personas. Desde la institución señalan que si bien en los últimos años ha habido importantes avances en materia de inclusión social, esto no es tan notorio en la primera infancia.

De hecho, la tasa de pobreza por ingresos en esta franja etárea es considerablemente mayor que la de la población general. Si se toma como línea de pobreza un ingreso de 4 dólares diarios y de indigencia de 2 dólares, en el segundo semestre de 2014 21,6% de los infantes eran pobres y 9,2% indigentes, en comparación con el 12,9% y 5,5% respectivamente del total de argentinos.

Cuando se utiliza otro modo de medición, como la cantidad de hogares con necesidades básicas insatisfechas, la relación se sostiene: el censo de 2010 arrojó que 22,3% de los niños hasta 4 años vivían en hogares con NBI, frente al 12,5% de la población total.

El hecho de que en 2003 la incidencia de la pobreza en la primera infancia fuera 1,4 veces mayor que para el total de población y que en 2014 pasara a ser 1,7 veces superior lleva a la autora, Malena Acuña, a plantear que «la infantilización de la pobreza se ha profundizado».

Con esto, Argentina no escapa a una tendencia que se observa en toda América Latina y que se vincula con el hecho de que en los hogares con hijos el ingreso per cápita es menor.

La Encuesta Permanente de Hogares de 2012 mostró que 48% de las madres y 47% de los padres que vivían con sus hijos se ubicaban en el 30% de los hogares con menores ingresos per cápita, versus el 12% de mujeres y 11% de hombres que no tenían hijos que pertenecían a este grupo.

Aún más, la situación empeora en los hogares donde los niños tienen menos de cinco años: 52% de las madres y 51% de los padres se sitúan en este 30% inferior.

Esto se debe por un lado a que tener hijos disminuye el nivel socioeconómico de las familias argentinas, ya que los padres se encargan de brindar la mayoría de los bienes y servicios que necesitan los pequeños (en ciertos países el Estado invierte más en la primera infancia). Pero también a que ciertos patrones socioculturales favorecen que las familias con menores ingresos tengan más niños.

Acuña, autora de «Diagnóstico de la primera infancia en la Argentina», señala que «tanto los hábitos de la maternidad y la paternidad como las pautas sobre cuándo afrontarla y cuántos hijos concebir, varían según estrato sociocultural».

El menor nivel socioeconómico y las restricciones educativas asociadas pueden conducir a que haya menor planificación familiar, como también a que la maternidad o paternidad sea entendida «como una forma de afirmación y realización personal, al brindar gratificaciones no encontradas en otros ámbitos».

Más embarazo adolescente

Si la infantilización de la pobreza es común en la región, en Argentina ha habido, y en esto se diferencia de la tendencia internacional, un crecimiento de la tasa de embarazo adolescente. En 2001, 30 de cada mil mujeres entre 10 y 19 años quedaron embarazadas; diez años después, 35 de cada mil.

El documento destaca que la juventud de los padres se traduce en muchos casos en una menor posibilidad de desarrollarse profesionalmente y en la consiguiente vulnerabilidad de los infantes.

En cuanto a la mortalidad infantil, el país está por debajo del promedio de Latinoamérica y el Caribe pero su reducción desde 1990 fue menos pronunciada, incluso en comparación con países que tenían tasas más bajas que la Argentina.

Fuente: Los Andes – http://www.losandes.com.ar/article/dos-de-cada-diez-ninos-son-pobres