Llueve y mucho. Es verano, temporada húmeda en Mendoza, pero las características de las tormentas que están sucediendo son especiales por el fenómeno de «El Niño» que afecta a todo el planeta y en especial a zonas puntuales, como nuestro país, en donde gran parte del Litoral y el centro del territorio nacional se encuentran afectados por anegamientos y graves inundaciones.

A la tormenta del lunes en Mendoza que ocasionó en casi dos horas problemas de diversa índole a raíz del agua caída y la basura acumulada que le impedía escurrirse, debe sumarse la persistencia durante toda la noche, acompaña de fuertes vientos y sonoros rayos, que marcaron una noche de furia en el cielo con más agua sobre la tierra que la que puede absorber.

Para este martes, continúa la alerta de tormentas fuertes que abarca, según el Servicio Meteorológico Nacional, principalmente al este de Mendoza.

Para hoy se estima que habrá «mejoramientos temporarios», pero continuarán las «precipitaciones aisladas». Igual, mañana.

«El Niño» y Mendoza

Mario Suárez, pronosticador de Servicio Meteorológico explicó a MDZ días atrás, a raíz de una imagen que publicamos en la que se ve el desierto de La Paz cubierto de agua, que se debe al «fenómeno de El Niño, que viene sucediendo desde noviembre y es un fenómeno global a escala mundial, que impacta sobre distintos lugares. Aunque en la zona de Cuyo empezó con tormentas de granizo y abundantes precipitaciones, la cuales ya han sobrepasado promedio anual de lluvia para Mendoza, que es 200 milímetros».

El pronosticador además sostuvo que durante el mes de diciembre y lo que va de enero, El Niño ha afectado con tormentas a «las zonas de San Rafael, General Alvear, Ñacuñán en Santa Rosa, La Paz. Y en San Luis, a Villa Mercedes; como además las sierras y la parte sur de la provincia de Córdoba, por lo que advierte que si esto continúa hasta finalizar el verano, como está previsto, el paisaje en estas zonas desérticas cambiará rotundamente».

«Es el fenómeno El Niño más fuerte en los últimos 50 años. Las abundantes precipitaciones en la zona desérticas van a cambiar el paisaje y esto va a durar aproximadamente hasta finales El verano, porque al ser un fenómeno global y tan grande, demora mucho tiempo en pasar», agregó el especialista.

Además, el pronosticador hizo referencia a las tormentas que hubo la semana pasada sobre la cordillera y precordillera de los Andes, lo que provocó aludes e impidió la circulación en la zona y entre otros, la interrupción por la noche del tránsito en el túnel internacional Cristo Redentor.

«Toda la provincia se ha visto y se verá afectada por el fenómeno El Niño», terminó Mario Súarez.

La NASA y «El Niño»

Un informe de BBC Mundo que publicó MDZ días atrás, señaló que hay al menos tres poderosas razones para creer que el fenómeno de El Niño actual será tan «grande y poderoso» como el considerado peor de la historia, el de 1997 y 1998.

Indicadores relacionados a las altas temperaturas de la superficie oceánica, las altísimas temperaturas registradas en el hemisferio norte y también que este año «El Niño no muestra signos de retroceder», según la imágenes satelitales de las que dispone la NASA.

Por todo esto, la agencia espacial estadounidense considera el de este 2015-2016 comparable a lo que muchos llamaron el «fenómeno monstruoso» de hace 18 años.

«No hay duda, son muy similares. Los fenómenos de 1982-1983 y 1997-1998 fueron los de mayor impacto en el anterior siglo y en muchas maneras parece que ahora vemos una repetición»,explicó a BBC Mundo el experto de la NASA William Patzert.

El investigador, especialista en análisis de fenómenos climáticos relacionados a la circulación oceánica y el aire, añadió que en esta ocasión «es casi un hecho que los impactos serán enormes».

1. Océanos crecidos

Alturas muy superiores a los usuales en el nivel del oceáno Pacífico son un indicador de que existe una gruesa capa de agua caliente.

En ambos mapas, generados por satélite, se ve «el patrón clásico» del fenómeno cuando ya está casi o completamente desarrollado.

La NASA calificó de «sorprendente» a la similitud en las anomalías de altura registradas en diciembre de 1997 y 2015.

El agua caliente y tibia que se ha acumulado en la zona es lo que atrae los nubarrones y las tormentas que ya comenzaron a producirse en parte de América Latina, fundamentalmente en países por debajo la línea del Ecuador.

Otra consecuencia de esto es el bajo nivel de lluvias en el sudeste asiático, lo cual contribuyó a la multiplicación de grandes incendios que han cubierto de humo a la región desde hace unas semanas.

El calor en la región del Pacífico en 1997 fue uno de los fenómenos climáticos que generó inundaciones vistas pocas veces antes en países como Bolivia, Paraguay, Perú, Argentina y Brasil en aquel año y el siguiente.

Las similitudes en la temperatura oceánica en ambos periodos también tiene notables parecidos.

2. No disminuye

El Niño es un fenómeno natural que ocurre cada dos a siete años cuando las aguas cálidas de la región central del océano Pacífico se expande hacia el este, acercándose a las costas de América.

Normalmente alcanza su momento más agudo a finales de año pero sus efectos se sienten a lo largo de la primavera del hemisferio norte y pueden durar hasta los 12 meses siguientes.

Sin embargo, como señala la NASA, el fenómeno de este año no está mostrando signos de disiparse.

Esa es «la firma de un gran y poderoso El Niño», explica la NASA.

3. Altas temperaturas

Patzert explicó a BBC Mundo que el calentamiento global que actualmente atraviesa el planeta es un factor nuevo que influye en los efectos y la naturaleza del fenómeno de El Niño.

«El planeta está más caliente ahora, eso es un hecho importante. Un planeta más caliente genera consecuencias más peligrosas, eventos más extremos», precisó el analista de la NASA.

Numerosos estudios señalaron que el cambio climático puede agudizar temperaturas extremas en periodos como el fenómeno de El Niño o La Niña.