El camión había salido de Posadas, Misiones, con destino al barrio porteño de Retiro. Según constaba en el manifiesto de carga y en los remitos, trasladaba encomiendas de muebles, chocolates, frutas y ropa. En realidad, era sólo una fachada: oculta entre la mercadería declarada había una millonaria carga de artículos electrónicos que, se sospecha, iban a ser comercializados por vendedores premium en Internet.

La causa está a cargo del juez federal de Campana, Adrián González Charvay. La investigación comenzó en octubre pasado después de que la Aduana, que depende de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), hiciera un control en la ruta 9, donde circulaba el camión que se dirigía hacia Retiro.

«Se sospecha que estamos detrás de una organización que tenía un aceitado circuito para ingresar ilegalmente en el país, desde Paraguay, mercadería electrónica de última generación para después comercializarla. La hipótesis principal es que los artículos iban a ser comercializados en tiendas online«, dijo a LA NACION una fuente de la investigación.

Fuentes judiciales y de la Aduana explicaron que la mercadería secuestrada en la ruta 9, en Campana, había sido adquirida en Miami y fue transportada por vía aérea desde los Estados Unidos hasta Asunción y Ciudad del Este, en Paraguay, y vía fluvial hasta Iquique, en Chile.

«Luego, fue ingresada al territorio argentino por pasos no habilitados y terminó concentrada en depósitos de empresas de transporte y encomiendas del norte del país», según explicaron a LA NACION calificadas fuentes de la Aduana.

Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, cuando el juez federal González Charvay y el secretario penal Matías Latino dispusieron los allanamientos de las oficinas y depósitos de la empresa de transporte de carga en Retiro, Santa Fe, Córdoba y Misiones para secuestrar documentación, se hizo en la ruta 9 un procedimiento a partir del cual fue inspeccionado otro camión de la compañía. En él se descubrió, entre las encomiendas, una carga conartículos de última tecnología valuados en 7.500.000 pesos.

El nombre de la empresa de transporte no se publica porque, según las pruebas recogidas hasta ahora, no tendría responsabilidad en el hecho investigado, al igual que los choferes de los camiones. No obstante, fuentes judiciales adelantaron que en las próximas horas podría haber varios detenidos vinculados con la logística de envío y acopio de los productos.

Otro caso

No es el primer caso de un contrabando millonario de artículos de electrónica descubierto por la Aduana en los últimos meses: en mayo pasado decomisó 1700 kilos de artículos tecnológicos en el aeropuerto internacional de Ezeiza.

Entre los bienes secuestrados, también provenientes de los Estados Unidos, habíanotebooks, tablets, smartphones, consolas de audio y de videojuegos, cámaras de fotos, lentes y memorias de reconocidas marcas como Apple, Nokia y Samsung. Se encontraron, incluso, repuestos y accesorios para autos.

Esa causa quedó en manos del juez en lo penal económico Rafael Caputo y del fiscal Emilio Guerberoff, del mismo fuero. Según explicaron a LA NACION fuentes judiciales, los responsables de la importación de esa mercadería fueron procesados.

«La investigación no terminó porque aún trabajamos para determinar cómo iba a ser comercializada la mercadería», explicó un detective judicial.

En ese procedimiento la AFIP secuestró, luego de abrir el contenedor, más de 500 productos de Apple: unos 260 iPhones, 10 iPads, 60 notebooks y 170 accesorios de computación. También, 412 cámaras de fotos y 44 accesorios de Canon, Nikon y Panasonic, 4600 memorias Kingston, 150 PlayStation 4 y unos 400 videojuegos. Además, 1095 smartphones (Samsung Note 4, Galaxy S5 y Gran Neo Plus; Nokia Lumia y Asha 210 y 503; LG 63 Beat y 63 Stylus, y Motorola XT 1068). Y repuestos para autos, como motores de arranque, distribuidores, aros de pistón y pistones, sets de juntas y bujías, según se precisó en aquella oportunidad.

Dentro de una rueda de auxilio, plata fundida

La AFIP y la Gendarmería secuestraron, la semana pasada, más de 200 kilos de plata fundida que iban dentro de la rueda de auxilio de una 4×4 que fue inspeccionada en un control en el paso fronterizo de La Quiaca, Jujuy.

Efectivos del Escuadrón 21 La Quiaca, dispuestos sobre el paso internacional a Villazón, detuvieron la marcha de una Ford F-150 XLT que provenía de Oruro, en Bolivia, en viaje a Tucumán. La conducía un cubano.

Los gendarmes advirtieron que la rueda de auxilio excedía su peso habitual; en su interior encontraron 40 bolsas plásticas que contenían granas de metal plateado.

Peritos especializados de la fuerza de seguridad federal comprobaron que se trataba de 201,435 kilos de plata, un metal muy cotizado, utilizado especialmente en joyería artesanal, valuados en unos 3 millones pesos.

El ciudadano cubano que conducía la camioneta 4×4 quedó detenido, acusado del delito de «contrabando de importación». Quedó a disposición del fiscal federal N° 2 de Jujuy. El metal precioso fue confiscado, al igual que otros elementos de valor.