Jóvenes mendocinos, con la cooperación de la UTN, elaboraron un polímero biodegradable para recuperar parte del agua que se utiliza durante la perforación.
Tres emprendedores mendocinos lograron elaborar un producto único en el país y hasta se atreven a decir que único en el mundo. Se trata de un polímero altamente degradable que permite el tratamiento del lodo producto de la extracción de petróleo con el objetivo de recuperar el agua contenida en él.
Los que se utilizan actualmente son sintéticos y según explicaron los jóvenes pueden dejan restos de contaminantes. En cambio, el producto que lograron es biodegradable, compatible con el medio ambiente, quizás su mayor fortaleza pero no la única.
Además tiene más rendimiento, permite procesar el doble de producto en el mismo tiempo respecto de lo que se utiliza actualmente. Esta mayor eficiencia reduce los costos del procedimiento para las empresas que prestan el servicio. Estos tres aspectos eran los objetivos que se había fijado este equipo y que finalmente logró concretar hasta llegar con el producto al mercado como ya han conseguido.
Este grupo está conformado por profesionales que se complementan y que es lo que les ha permitido tener una mirada integral con aportes diversos en su desarrollo.
Cristian Marlia (31) es técnico en Petróleo y estudiante avanzado de ingeniería Química, la misma carrera que estudia Matías Villafañe (31). Completa el equipo Martín Benito (32), licenciado en Economía con un posgrado en Italia.
«Es un producto innovador, no existe en el mundo uno como este, hemos mejorado mucho la performance (…) lo que se usa hoy son polímeros sintéticos que importan grandes compañías», explicó este último.
Detalló que para perforar los pozos de petróleo se utiliza mucha agua para generar un lodo que permita proteger el trépano que es el elemento que hace la perforación. De la maquinaria es lo más costoso porque tiene punta de diamante. El lodo tiene 75 % de agua que luego, por normas ambientales, debe ser tratada para recuperarla.
Para ello deben eliminarse los metales pesados y residuos contaminantes que contiene y es en esos casos que las petroleras tercerizan el servicio en empresas de saneamiento que se valen de estas sustancias.
Por ser importado este material, este último tiempo se han presentado dificultades para su ingreso por lo que de allí surgió la idea de generar un producto local.
Según explicaron los sintéticos a veces también pueden dejar algunos residuos en el agua que se trata de usar para riego. «Actualmente se utilizan polímeros 100% sintéticos que le añaden contaminantes al agua y que son bastante tóxicos a nivel acuático y terrestre», señaló Cristian quien detalló que en los pozos convencionales se usan 250 mil litros de lodo por cada uno y en los no convencionales cinco veces más.
Cuando no es posible descontaminarlo el líquido va a parar a un sumidero donde queda como pasivo ambiental lo cual dista de ser lo ideal. Creen que ahora podrán reducir estos restos.
El producto que lograron además de ser compatible con el medioambiente reduce los costos porque es más rendidor. Si bien el costo por kilo es mayor al del sintético, permite con la misma cantidad procesar el doble de lodo.
Por eso, Cristian indicó que «disminuye alrededor del 30% del costo a las empresas porque reduce la capacidad instalada. Mientras más lodo se trate mejor ya que desocupan antes los equipos que son móviles (y el personal) para seguir trabajando».
Dijo que «resuelve la parte técnica, la cuestión económica (es altamente eficiente) y lo medioambiental».
Nicho de mercado
Martín trabajaba en una de las consultoras más prestigiosas de Europa pero tenía la inquietud de emprender algo en Mendoza. Justamente lo mismo en lo que pensaban los otros dos miembros del equipo que formaron un tándem con perfiles complementarios.
«Nos conocimos y formamos una consultora para empresas. De allí surgió la idea de armar algo tangible y no intangible como es la consultoría», contó Cristian.
Así se logró detectar una necesidad puntual que tenían las petroleras para tratar estos lodos.
El desarrollo les llevó más de dos años y medio, «como todo emprendedor todo es incertidumbre: no sabés cómo te vas a financiar, cómo te vas a abastecer, cómo lo vas a vender…lo vas validando paulatinamente», subrayó Martín.
Destacan sobre todo el apoyo de la Universidad Tecnológica Nacional Regional Mendoza que les facilitó un laboratorio para las primeras pruebas. Además recibieron aportes no reembolsables del ministerio de Industria que les permitió comprar el primer equipamiento y otro tanto de la secretaría de Políticas Universitarias del ministerio de Educación para hacer las pruebas de la aplicación del producto.
El joven explicó que en el sector del petróleo la seguridad en el abastecimiento y la calidad del producto son patas fundamentales ya que un día que se para la producción implica pérdidas millonarias. Por eso lo principal fue formar una red de proveedores que se lo garantizaran.
Ya lograron instalarlo en el mercado algo que es todo un desafío , ya que según explicaron muchas investigaciones suelen quedar sólo en el laboratorio. Lo vendieron a una empresa y lo elaboran a pedido ya que por ser biodegradable va perdiendo las propiedades con el tiempo. Además están en tratativas con la Comisión Nacional de Energía Atómica que está interesada en adquirirlo.
Premio
La semana pasada participaron de un concurso llamado NAVE en el cual fueron premiados. Está destinado a emprendedores nacionales, lo organiza la universidad Austral y tiene 16 años de trayectoria.
«Es el primer proyecto mendocino en ganar este concurso que es reconocido dentro del mundo emprendedor. El año anterior habían llegado tres proyectos mendocinos, uno de ellos nuestro pero no ganaron», contó Martín Benito.
Según explicó el beneficio es la capacitación permanente y la posibilidad de validar el proyecto de negocio.
Fuente:http://www.losandes.com.ar/article/crearon-producto-para-tratar-lodos-de-la-industria-petrolera
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