Investigarán para mejorar la vida de las personas, sin la molesta presencia del ser humano. La multinacional estadounidense de desarrollo tecnológico Pegasus Global Holdings comenzará a construir el año que viene una ciudad fantasma en el desierto de Nuevo México con capacidad para 35.000 habitantes, pero nadie podrá vivir allí. «Esta característica única nos permitirá que sea un laboratorio de verdad, sin las trabas y complicaciones de seguridad que supone la presencia de población», aseguran desde la compañía.El CITE, Center for Innovation, Testing and Evaluation, actuará como un área de pruebas gigante de 39 kilómetros cuadrados en el que la empresa norteamericana espera gastar la friolera de 1.000.000.000 de dólares sólo en su construcción. Para hacer frente a una inversión tan grande, CITE sí que abrirá sus puertas a «empresas privadas, laboratorios públicos y universidades» que quieran probar allí sus tecnologías, de manera que puedan acelerar las llamadas fases de testeo o prueba.
La luz, el agua y la transmisión de datos se controlarán desde un laboratorio subterráneo que conectará toda la ciudad. Por el momento se desconoce quiénes participarán en ella, pero Pegasus Global Holdings sí que ha querido adelantar algunos de los usos que tiene ya planeados para las diversas áreas de su enorme laboratorio urbano.El City Lab, el núcleo urbano de CITE, será una representación de la típica ciudad moderna americana. Con una superficie aproximada de 1,6 km2, contará con zonas urbanas, suburbanas y rurales con sus infraestructuras características para que se puedan hacer pruebas de todo tipo. En las imágenes que ha facilitado la empresa podemos ver que cuenta incluso con una iglesia, un ejemplo del realismo que quieren darle.
En esta zona se podrán probar, por ejemplo, automóviles ITS (Intelligent Transportation System), es decir, sin conductor como los que están desarrollando Apple y Google. No comprometerán la seguridad de los demás ya que CITE contará con carreteras propias semejantes a las interestatales, urbanas y rurales. Además, la compañía prevé que «ya que los barrios de las ciudades evolucionan para satisfacer las necesidades de sus habitantes, los de CITE no serán menos y podrán ser fácilmente modificables, ampliando o contrayendo distritos e incluso abriendo algunos nuevos».Aumento de la seguridadA su vez se probarán en sus edificios tecnologías y técnicas arquitectónicas que aumenten la seguridad frente a, por ejemplo, catástrofes naturales. De momento no se sabe cómo van a simular esas condiciones tan extremas.
También para mejorar la vida en las viviendas, Pegasus Global Holdings anuncia que en su ciudad laboratorio se probarán sistemas Smart Grid, es decir, de uso eficiente de la energía. Se trata de controlar lo que consume cada usuario de forma que pueda pagar según sus horarios, picos de actividad o fuentes de energía requeridas ya que también se busca ir incorporando renovables al servicio eléctrico para hacerlo más sostenible. Implementar este sistema es uno de los objetivos que se marcó la Unión Europea en 2007 para 2020. En esta línea, CITE contará con un distrito externo al núcleo urbano dedicado exclusivamente a la investigación de nuevas formas de energía respetuosas con el medioambiente. Por ejemplo los motores biopower, que funcionan con bioetanol, y que no son novedosos pero sí que lo es que las marcas de automóviles estén empezando a utilizarlos.
Funcionan con combustibles de origen vegetal y, según los expertos, están llamados a ser una de las grandes alternativas a los fósiles. Pero no quieren detenerse ahí.»La tecnología, el medioambiente y el urbanismo definen el mundo en que vivimos, por eso es tan determinante mejorar en ellos», asegura Robert H. Brumley, director ejecutivo de Pegasus Global Holdings. Por ello desde la compañía no sólo facilitarán sus instalaciones al desarrollo de nuevas formas de energía sino que apostarán por mejorar las ya conocidas como son la geotérmica, solar, eólica o el gas.Sanado medioambientalTambién tienen previsto que en CITE se desarrollen tecnologías de sanado medioambiental. Por ejemplo, en el distrito periférico destinado al agua se estudiarán técnicas de biorremediación. Lo que se persigue con ello es, por medio de plantas, hongos, enzimas y microorganismos, devolver un ecosistema contaminado a su condición natural.
Purificarlo gracias a la propia naturaleza.Además, en esta área también se investigará para la desalinización del agua o el regado eficiente de los campos. En otro territorio de las afueras de la ciudad, dedicado a la agricultura, se estudiará la situación inversa, es decir, tecnologías que ayuden a las cosechas a ser más resistentes a la sequía por ejemplo.Todo esto se completará con una zona campus que servirá como centro neurálgico de toda la ciudad. En él podrán residir los investigadores, organizar sus grupos de trabajo, colaborar entre las distintas empresas, realizar conferencias… Pegasus Global Holdings espera que CITE se convierta en un nuevo punto de referencia para la investigación mundial.
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