La integración del agro con la industria adopta múltiples formas. Esta semana se conoció una nueva manera en la que un insumo básico del campo, ya de origen industrial, será utilizado para el mejoramiento de la industria automotriz. Se trata de la urea, que ayudará a reducir la contaminación generada por los motores diesel.

La firma Profertil, principal fabricante de fertilizante nitrogenado del país, presentó Proaire, un aditivo de base ureica de muy alta pureza, que se adiciona a la corriente de escape de los motores diesel equipados con tecnología SCR (Reducción Catalítica Selectiva) y que permite transformar los óxidos de nitrógeno (NOx), uno de los principales componentes de los gases de efecto invernadero, en nitrógeno y agua.

Pablo Pussetto, gerente comercial de la compañía, explicó que en enero de 2016 entrará en vigencia en la Argentina la legislación que obliga a cumplir con los estándares de emisión establecidos por la norma Euro V.

El objetivo de esta norma es reducir las emisiones causadas por los motores diesel durante la combustión. Para lograrlo, los motores deben estar equipados con dispositivos SCR, debe haber combustible con bajo nivel de azufre (que contenga 10 partes por millón, cuando hoy la mayoría de los fierros agrícolas usan combustible con 500 ppm de azufre) y se debe usar un agente reductor que permita convertir las emisiones de óxidos de nitrógeno en sustancias inocuas. Este último sería el rol de Proaire.

Pussetto dijo que tanto la industria automotriz como las compañías de combustibles aseguraron estar listas para el desafío que se viene, y luego mostró la evolución de este tipo de tecnología en otros mercados del mundo.

En Europa, donde la norma Euro V está vigente desde 2005, circulan actualmente 1.600.000 vehículos equipados con tecnología SCR, y en Brasil, donde la norma rige desde 2012, los vehículos de este tipo ya son 600.000.

Pussetto explicó que el consumo del aditivo es del 5% al 7% del consumo total del combustible, dependiendo de múltiples factores, como la calidad de los productos o el estado de los catalizadores, y que se calcula que cada vehículo consumirá alrededor de un metro cúbico por año.

En un principio, el producto estará destinado principalmente a ómnibus y camiones. De hecho, ya se comercializa en el país para satisfacer la demanda de camiones que vienen de Brasil equipados con la tecnología. Pero a futuro podría llegar a los vehículos “off-road”, que incluyen a la maquinaria agrícola. Pussetto comentó que ya hubo intentos de importar fierros preparados, pero no se hizo por falta de productos acordes.

“Comenzamos a pensar en Proaire en 2005, cuando llegaron los primeros ‘papers’ de Europa que hablaban del tema, y ahora estamos listos para proveer el aditivo de calidad para motores con tecnología SCR de la Argentina”, concluyó el directivo, abriendo un nuevo espacio para los productos de la agroindustria.