La única derrota de River en el Monumental por copas internacionales, fue ante Cruzeiro, en cuartos de la LIbetadores. Foto: Télam
Marcelo Gallardo miró fijo a sus jugadores, se golpeó el pecho y les hizo gestos de que levantasen la cabeza. Enérgico y con un claro mensaje a sus jugadores sobre que en el Monumental es determinante mostrarse fuertes y seguros. Sin dudar y con la firmeza de que en los duelos mano a mano por torneos internacionales su equipo se está consolidando como un especialista. Anoche lo demostró ante Chapecoense, de Brasil, y dio el primer paso con un contundente 3-1.
Desde el desembarco del Muñeco como entrenador del conjunto millonario, los resultados respaldan la teoría de que a River le gustan los mata-mata y ya acumula 12 cruces internacionales. En la Sudamericana de 2014 no supo lo que fue perder un choque eliminatorio, porque en el primer paso tuvo a Godoy Cruz y le ganó los dos juegos, después hizo lo mismo ante Libertad, de Paraguay, y frente a Estudiantes también se impuso en la ida y en la vuelta. Apenas empató dos encuentros, uno en el superclásico de semifinales con Boca (se impuso en el segundo encuentro) y lo mismo sucedió en la final ante Atlético Nacional. En la Recopa 2015, en los dos clásicos ante San Lorenzo, también venció al conjunto del Bajo Flores.
La única derrota de River en el Monumental por copas internacionales, fue el 1-0 ante Cruzeiro, en cuartos de la Libetadores
En la Copa Libertadores que ganó el conjunto de Gallardo, cuando comenzaron los octavos de final, el equipo demostró que sabe cómo jugar los choques en los que «no hay mañana». Primero fue el controvertido superclásico con Boca, donde se impuso en el Monumental y después terminó por clasificarse tras el escandaloso duelo en la Bombonera con el famoso gas pimienta. Tuvo una prueba de fuego, porque cayó 1-0 ante Cruzeiro, en el Monumental, en el juego de ida, y en la revancha, en Brasil, demostró todo su poder ofensivo con un contundente 3-0. Tras esa muestra de carácter, se impuso en el cruce con Guaraní, en el que primero venció 2-0 en su casa y después en Paraguay le alcanzó con el empate 1-1. En la final ante Tigres consiguió un empate clave 0-0 en México y en la revancha, en el Monumental, los millonarios se quedaron con la Copa con un categórico 3-0.
River tampoco detuvo esa tendencia cuando tuvo que disputar la Copa Suruga Bank, en Japón: se quedó con el trofeo ante Gamba Osaka tras imponerse por 3-0. Y en el comienzo de esta Copa Sudamericana, en la que pretende defender el cetro, comenzó el camino ante un duro rival y también supo cómo resolverlo. Superó en el Monumental a la Liga de Quito por 2-0 y le alcanzó para avanzar a los cuartos de final, pese a la caída por 1-0, en Ecuador.
Quizá la mayor dificultad la encontró en el orden local: en la Copa Argentina fue eliminado por Rosario Central en 2014 y en 2015, mientras que en la Supercopa Argentina Huracán también le ahogó el festejo. La tendencia indica que River se convirtió en un especialista en duelos internacionales. Pero cada nueva serie demanda una ratificación.
Fuente: http://canchallena.lanacion.com.ar/1838625-river-se-hace-fuerte-cuando-la-pelea-es-a-todo-o-nada
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