Podría decirse que toda la mañana de los candidatos del Frente Cambiemos fue una caravana que terminó pasadas las 13. De ahí Macri partió raudamente hacia el aeropuerto, porque debía llegar al Coloquio de Idea en Mar del Plata.

Andar por la calle encierra riesgos, así que los candidatos sufrieron algún insulto o alguna cargada de alguien que les gritó “aguante Scioli”, pero también vivieron algunos momentos felices que no esperaban, como cuando pasaban por la puerta de la escuela Don Bosco, de Rodeo del Medio. Los muchachos salían de la escuela y cruzaron la ruta 50 para tomarse selfies con los candidatos.

Más aún, hasta la crisis financiera de la provincia se coló en la caravana, cuando una docente se abalanzó sobre la comitiva y desde la mitad de la ruta 50 les pidió compromiso con el pago de los sueldos estatales.

Al final del raid, Macri diría que estaba muy satisfecho con su paso por Mendoza porque “veo que la esperanza crece en cada visita”.

Desde lo mediático no mucho más de lo que ya ha dicho. Las cartas ya están sobre la mesa y Macri habló de cambio, diálogo y unidad, de obras hidroeléctricas para Mendoza como Portezuelo del Viento y Los Blancos, de generar las condiciones macroeconómicas para que Mendoza vuelva a tener producción rentable, de enfrentar al narcotráfico (un claro mensaje a la candidatura de Aníbal Fernández en la provincia de Buenos Aires, a quien se viene vinculando con esa actividad).

Un largo camino al Este
Militantes radicales y del Pro esperaron el inicio de la caravana en Manuel A. Sáez y Acceso Norte de Las Heras, pero no. Allí estaban el intendente electo de Las Heras, Daniel Orozco; el diputado provincial Néstor Parés; el senador Raúl Ferrer; el ex senador Carlos Aguinaga y la concejal de Santa Rosa, Débora Quiroga.

Los candidatos partieron raudamente a Rodeo de la Cruz. La caravana mediática arrancó tarde y todas las actividades pactadas se fueron demorando. Por eso es que la llegada a Palmira, que estaba prevista a las 12, terminó ocurriendo más de una hora tarde.

La caravana arrancó en la estación de servicio ubicada en la esquina de Elpidio González y Carril Ponce, de Rodeo de la Cruz. Los tres subieron a la caja de una camioneta y a recorrer el camino hacia el Este.

Quien no conoce los vericuetos de la política y las campañas, tal vez no sepa que todo este movimiento suele ser calculado hasta el más mínimo detalle. Se convoca a quienes nutrirán la caravana, en el camino y en los autos se dispone cartelería, globos, banderas, vehículos con sistema de sonido que vayan creando el clima, se junta militancia en esquinas estratégicas para que los candidatos saluden.

Allí estaban para nutrir la caravana los candidatos que comparten la boleta sábana del Frente Cambiemos: quien secunda a Cobos como aspirante a senadora nacional Pamela Verasay, el diputado nacional que busca su reelección, Enrique Vaquié; el ex ministro de Cobos que trata de llegar a una banca en el parlamento del Mercosur, Gabriel Fidel.

También se vio al intendente electo de Luján y macrista Omar de Marchi; al presidente del Partido Demócrata, Richard Battagión; al titular del radicalismo, Sergio Pinto. También estaba la esposa del candidato presidencial, la empresaria textil Juliana Awada.

El color estuvo y los autos necesarios también; hasta un perro con una remera de Cobos. Pero en la calle se ven las diferencias. Balbo es una novata en política y se nota por el bajo perfil que adopta. Macri es un hombre de ciudad, tiene las formas en el hablar y el andar que a veces denotan cierta distancia y vértigo; Cobos entre la gente se mueve como pez en el agua, llevando por credencial su trato campechano.

En la esquina de Ruta 50 y Don Bosco, la comitiva hizo un alto y Cobos bajó a saludar, recorrió todo el playón de la estación de servicio saludando a cada persona, pero Macri no estaba. El candidato a presidente se encerró en un minibús a dar una entrevista a una radio. Cuestión de perspectivas: Cobos piensa en el contacto; Macri, en la masiva penetración de la radio.

Nanclares criticó la fiesta radical

El ministro de la Suprema Corte, Jorge Nanclares, difundió ayer una carta en la que cuestionó “el clima de intolerancia” hacia el peronismo que se vivió el miércoles, cuando la Junta Electoral de la provincia hizo el acto de proclamación de los candidatos electos en la provincia y el teatro Independencia se colmó de militantes radicales que ovacionaron a Alfredo Cornejo y el resto de sus correligionarios que ganaron en junio.

Esa “intolerancia hacia el FpV”, reflexionó Nanclares, pone “en evidencia la falta de convivencia democrática, ya que el sistema republicano facilita la alternancia y los que hoy ganan mañana pueden perder”.

“No asistió al acto el Gobernador de la provincia ni fueron a recibir los diplomas los diputados y senadores elegidos por el FpV, salvo algunas excepciones como Omar Parisi y Luis Böhm. Los candidatos electos ausentes fueron abucheados”, relató el juez de la Suprema Corte.

Agregó: “No está mal que se festeje. Sí que se abuchee, se silbe o se denigre al adversario. No se trata de un partido de fútbol donde la barra ganadora se mofa del perdedor. Estas expresiones de incultura e intolerancia degradan el sistema democrático, el espíritu de diálogo, convivencia y respeto que son necesarios para fortalecer las instituciones republicanas”.