Sabemos la importancia que tiene llegar a tiempo cuando una persona se encuentra en estado de emergencia, por accidentes ó padeciendo una anormalidad fruto de un síntoma que afecta notoriamente a su estado de salud. Frecuentemente esto sucede en Escuelas, Institutos y Universidades ó en la vía pública.
Consideramos importante poner en conocimiento de los adolescentes criterios básicos de reacción en situaciones de emergencia ante personas accidentadas o que estén sufriendo un ataque cardiorrespiratorio y por otro lado estimular una concientización en los mismos; es una forma de actuar en forma preventiva.
Estos conocimientos sirven para llevarlos a otros ámbitos de nuestra vida, mejorando nuestra calidad de vida y la de los demás.
Cabe señalar que una definición común y reconocida de «primeros auxilios» refiere a «…las técnicas y procedimientos de carácter inmediato, limitado, temporal, no profesional que recibe una persona, víctima de un accidente o enfermedad repentina» y que «su carácter inmediato radica en su potencialidad de ser la primera asistencia que esta víctima recibirá en una situación de emergencia».
Por supuesto sabemos de las limitaciones al respecto porque «de todas las técnicas, procedimientos y concepciones que existen en la Medicina de emergencias y desastres, solo se utiliza una pequeña parte de estas», por eso el personal instruido a tales fines, nunca debe tratar de reemplazar a los profesionales médicos idóneos, pero sí podrán hacerlo actuando en la inmediatez.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) que es realizada pronta y apropiadamente puede dar a las víctimas tiempo para recibir tratamiento especializado posterior.
Por ello es sumamente importante poder contar dentro de la estructura del Sistema Educativo Nacional con las personas capacitadas para poder colaborar en la urgencia del hecho y de esta manera saber reconocer las señales de un ataque al corazón ó un derrame cerebral, entre otros, ya que esto redundará también en una rápida comunicación al la hora de la llegada de los profesionales de la salud, que ya habrán ganado un tiempo más que valioso al llegar al lugar y producirse el diálogo con los instruidos «socorristas».
A modo de ejemplo cabe destacar que la mayoría de las muertes ocasionadas por ataques al corazón ocurren antes de que la víctima llegue al hospital.
Los estudios muestran que una RCP eficaz e inmediata mejora la supervivencia de un paro cardíaco. La mayoría de los paros cardíacos ocurren fuera del hospital (en el hogar, la oficina o en la calle), pero siempre cerca de alguna persona. Las personas que saben maniobras básicas de RCP pueden marcar la diferencia. El primer paso es aprender como administrar RCP.
La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en casi todos los países del mundo y nuestro país no es la excepción.
Muchas veces la primera manifestación de una enfermedad cardiaca es la muerte súbita, definida como aquella que se produce en forma brusca e inesperada dentro de la primera hora de iniciados los síntomas. Esto no significa que la persona deba estar gravemente enferma para que ocurra. La muerte súbita tiene alta incidencia en personas jóvenes y deportistas con «corazones demasiados sanos para morir» y más del 80% de las veces ocurre fuera del hospital pero siempre cerca de alguna persona.
Si bien no hay una edad preestablecida, a partir de los 11 o 12 años ya se puede aprender. Aunque un niño de esa edad y dependiendo de su tamaño no tenga la fuerza física suficiente para realizar compresiones torácicas hay experiencias que muestran que cuando un niño conoce las maniobras puede guiar a un adulto a realizarlas.
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