No hubo manera de cambiar los trazos gruesos de la ley», agregó Tanús.

El ex gobernador cargó contra el Instituto Provincial de la Vivienda, porque el 31 de diciembre le habrían solicitado a la entidad saber qué vinos estaban en stock de venta y cuáles estaban intervenidos para tomar decisiones sobre los mismos, pero desde el organismo habrían hecho «oídos sordos».

Por otro lado, consideró que «se cometió un error al no prohibir la implantación de viñedos», como medida para reducir el stock. «Hoy en 3 ó 4 bodegas grandes se concentra toda la producción, y hasta las cooperativas que en algún momento formamos con esfuerzo, están pagando a un año los productos», comentó Pellegrini y culminó insistiendo en que las cosas no se están haciendo bien y le pidió al gobierno actual y al que venga una intervención concreta para mejorar la situación del sector.

En tanto que José María Llaver, de la Asociación Productores en Acción (APA) indicó que se necesitan 1.000 millones de pesos para el año que viene, que a su entender el gobierno debería invertir en la compra de vino y de mosto, y «tratar de ubicar el mosto afuera para ver si así levantan el precio».

El dinero sería para «poder levantar la cosecha del año que viene», aseguró Llaver, al tiempo en que consideró que quienes se hagan cargo del Ejecutivo a partir del próximo año deberán «hablar con la Nación para descomprimir los 931 y que los productores paguen el 50% de los aportes».

Llaver agregó que «si a las petroleras les bajaron -los impuestos en concepto de- ingresos brutos, la vitivinicultura no debería ni tenerlos».

Actualmente nuestro producto vale lo que valía en el año 2010, lo compran a $1,80 en 12 meses, mientras que los insumos han aumentado un 380%, señaló el referente de APA

En cuanto a las conversaciones mantenidas por Llaver con el equipo técnico del sucesor de Francisco Pérez, Alfredo Cornejo, el productor señaló que «están muy preocupados». «Pero cuando les explicamos que se necesitarán 1.000 millones de pesos, pegaron una reculada, porque tienen problemas con los empleados estatales, con los hospitales, con las escuelas, y con todos los proveedores», agregó Llaver.

Finalmente, el productor reclamó prioridad para la vitivinicultura porque «es la industria madre de la provincia» y hoy está dando pérdidas de entre 10 mil y 14 mil pesos por hectárea en una producción aproximada de 200 quintales.