El oro se desplomó 8,7% en Nueva York, su peor caída desde 1980, y cerró en los 1.370,80 dólares la onza después de que los decepcionantes datos sobre el crecimiento de China provocaran una baja generalizada en la cotización de las materias primas.
Al cierre de la primera sesión de la semana en la bolsa de Nueva York, los contratos más negociados de oro, los de vencimiento en junio, restaron 140,3 dólares la onza (un caída jamás vista en tres décadas).
Así, el metal precioso dio continuidad a las fuertes pérdidas de la semana pasada, cuando cayó cerca del 5%, de modo que acumula una caída superior al 20% desde que alcanzó el máximo histórico de 1.888,7 dólares en agosto de 2011.
Los inversores abandonaron al oro junto a otras materias primas, como el petróleo y el cobre, después de conocerse que el producto bruto interno de China creció menos a lo esperado en el primer trimestre, lo que avivó las dudas sobre la salud de la economía mundial.
Además, algunos analistas consideraron que se registraron «ventas de pánico» en el mercado que habrían sido detonadas por la posibilidad de que la Fed reduzca el alivio monetario en Estados Unidos, lo que afectaría al oro.
Más allá de esas cifras peores de lo previsto del gigante asiático, presionó a la baja a la cotización del oro la posibilidad de que Chipre venda parte de sus reservas del metal para financiar parte del rescate europeo que se ha estado mencionando en los últimos días.
Por si fuera poco, la semana pasada los analistas del banco de inversiones Goldman Sachs revisaron a la baja sus previsiones sobre el precio medio que registrará este año el oro hasta los 1.545 dólares la onza, frente a los 1.610 dólares que habían calculado anteriormente.
«No parece que haya muchos compradores dispuestos a atrapar este cuchillo en caída y prevemos más volatilidad en el oro en el futuro cercano», dijo un analista.
Desde el arranque de 2013, los mercados de valores neoyorquinos han registrado unas subas superiores al 10%, con lo que sus principales indicadores han llegado a conquistar máximos históricos,por lo que los inversores se han alejado de valores considerados refugio como el oro.
Algunos han decidido así deshacerse de este activo por la percepción de que ya no es necesario como inversión estable frente a los vaivenes de la crisis, aunque el analista jefe de BullionVault, Adrian Ash, afirma que esta caída no «cambia el hecho de que el oro es un valor refugio».
A su juicio, la caída del metal preciso «es un suceso natural», ya que «ha subido tanto, durante tanto tiempo, que una corrección es normal y natural», y recuerda que el oro ha subido durante 12 años seguidos contra el dólar.
En el mismo sentido la semana pasada el inversor George Soros dijo que el oro fue destruido como un activo de refugio, pero espera que las compras continuas por parte de los bancos centrales respalden los precios, publicó el diario South China Morning Post.
«El oro fue destruido como refugio seguro, se probó que no es seguro. Debido a la decepción, la mayoría de la gente está reduciendo sus tenencias de oro», declaró Soros. Fuente: ámbito
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