El dólar paralelo, sus primos bursátiles (el dólar fuga y el dólar-bolsa) y los bonos en dólares o aquellos emitidos en pesos, pero con su capital ajustable según la evolución futura del tipo de cambio, fueron las inversiones más rentables de agosto, lo que deja también a la vista la desesperación que ganó a inversores y empresas por lograr cobertura cambiaria.

Pese a registrar en las últimas cuatro jornadas una caída de 53 centavos, el blue cerró agosto con un avance similar (es decir, de 53 centavos o 3,5%) para anotarse ganancias por tercer mes consecutivo, aunque se desaceleraron respecto de las que entregó en julio (cuando subió 11,5%) o junio (5,9%).

Sin embargo, sus primos bursátiles (los tipos de cambio que surgen de la compraventa de títulos o acciones) lo superaron esta vez, al lograr avances de 60 centavos (o 4,5%) en el caso del «contado con liqui» o «dólar fuga» y de 70 centavos (o 5,4%) en el del denominado dólar-bolsa, que permite el traspaso de dólares entre privados a precios por encima de los que se marcan en la plaza oficial. Hay que apuntar que ambos tipos de cambio cerraron en máximos que no se veían desde octubre de 2014, es decir, tras la última corrida contra el peso.

Aun así, mejor les fue a los inversores que apostaron por algunos bonos en dólares, como a quienes lo hicieron por el Boden 15 (que vence en poco más de un mes) y ganaron 6,7%, o los que se jugaron por la versión local del Discount surgido en el canje (que avanzó casi 9% en el mes) o el Global 17, que subió 12,7 por ciento. En el caso de los bonos denominados dollar-linked, promediaron ganancias del 5% en el mes que finalizó ayer