(Foto Archivo/Gobierno)

La presidenta Cristina Kirchner reaparecerá mañana en la Casa Rosada luego de 14 días sin desarrollar actos públicos, para encabezar la ceremonia de firma de la refinanciación de las deudas de 17 provincias con el Estado nacional. 

En el marco del programa de refinaciación trimestral de las deudas provinciales que puso en marcha el Gobierno nacional hace unos años para oxigenar a las administraciones del interior del país, la ceremonia se realizará desde las 18 en la sede gubernamental y se espera la presencia de los gobernadores, entre ellos Francisco Pérez.

Las provincias que firmarán la prórroga de sus deudas serán Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Catamarca, Jujuy, Santa Cruz, Chubut, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Tierra del Fuego, La Rioja, San Juan, Misiones, Salta y Tucumán. Además, la jefa de Estado encabezará tres videoconferencias, una de ellas con la ciudad rionegrina de San Carlos de Bariloche.

Con este acto Cristina Kirchner volverá a hablar en público por primera vez en dos semanas, período en el cual no se pronunció sobre el resultado de las PASO del 9 de agosto ni acerca de las inundaciones que sufrieron localidades del norte del interior bonaerense y de parte del conurbano.

Su última ceremonia fue el pasado 5 de agosto cuando anunció en la Rosada, mediante una cadena nacional, el nuevo aumento para las jubilaciones, establecido por la ley de movilidad.

Luego de eso, la mandataria canceló los dos actos que iba a encabezar la semana pasada, a raíz de las inundaciones, y su única actividad oficial tras las elecciones fue una audiencia que mantuvo en la Quinta de Olivos con Aníbal Fernández, quien en la interna del Frente Para la Victoria venció a la fórmula que encabezó Julián Domínguez.

El programa de refinanciación de deudas provinciales se negocia cada tres meses y resulta clave para las economías del interior del país que vienen golpeadas desde 2008 cuando la Argentina sufrió el impacto de la crisis internacional, lo cual dio lugar al estancamiento de la recaudación propia.

Por ese acuerdo, los gobernadores dejaron de pagar en 2014 unos 5.705 millones de pesos y el programa se mantuvo este año, el cual es decisivo en materia electoral.