Por un día me voy a purgar, voy a dejar de sostener esta falsa cordura, dejar en un armario la cara visible para la sociedad, hablarme y contestarme con distintas voces, no mirar un reloj, cantar esa canción que siempre niego que me gusta (herencia de Pedro quizás…) Quedarme callada durante un silencio incómodo, atando esa tendencia odiosa de hospitalidad.
No te culpo si te alejas, porque si logro escapar, hoy no estoy maniatada y puedo rasguñar, aunque es más probable que gruña y nada más.
Tantos días saludando con cordialidad, respetando la respetabilidad, haciendo oídos sordos a palabras necias, y ¡cuántas cosas más! No reniego, vivir en esta sociedad es la mejor opción, porque las reglas que quiero romper de vez en cuando, no son más que las que pido que respeten los demás. Pero solo por hoy quiero saber que existen para no cumplirlas, para darle la espalda al título de dama, y no correr porque me esperan, y no saber pedir perdón ni permiso, ni dar una explicación .
Si solo por un día no sigo el manual, quizás pueda desordenar el mundo para ordenar mis ideas, quizás el desorden le siente bien, y deje la cordialidad para el maestro, y la respetabilidad para el obrero. Un insulto a palabras necias, quizás la calle para siempre, y así un día de caos me ayude a entender cómo pesa la injusticia, que bien vendría patear el tablero, en una de esas la reina y el rey, queden expuestos cuidando a sus peones y no al revés. Capaz que así un día desatando a la locura ella misma encuentre a la cordura, en el mundo del revés!
Gentileza Macarena Sánchez Navarro – Licenciada en Psicología – macasnavarro@gmail.com
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