Las comidas regionales, otro polo de atracción en La Rural

Palermo 2015.Los sabores típicos son un éxito en la expo. Cada provincia lleva sus productos a los stands y son de lo más vendido.

La Exposición Rural trae el campo a la ciudad, para eso no solo se vale de animales y maquinaria agrícola, también presenta alimentos regionales que son el último eslabón de un proceso productivo que empieza en el tambo o con la cosecha. La oferta con acento en lo regional y los precios amigables logran que casi nadie abandone el predio de Palermo sin hacer por lo menos una compra.

“Vengo todos los años y la visita a los diferentes stands de las provincias es una parada obligada, se consiguen productos que en Capital Federal no se venden”, cuenta Georgina Boscoli, quien esta vez se llevó “un aceite de ajo y sales saborizadas”.

Desde San Juan, en el stand De La Presilla, una firma productora de aromáticas y disecados, recomiendan su estragón francés. “En la zona del Barreal, donde están nuestras fincas, esta hierba se da muy bien, es de primera calidad”, señalan. El paquete cuesta $ 25 y dos por $ 40. Pero las berenjenas disecadas son las más atractivas para el público, “se rehidratan y son muy tiernas, pero no se desarman al cocinarlas, como sucede con las frescas. La gente cuando las ve cree que son hongos”, asegura el vendedor haciéndole marketing a la vedette de sus productos.

A la hora de los vinos también vale la pena visitar el stand de San Juan: es que en esas tierras el varietal Moscatel de Alejandría –poco difundido en Buenos Aires– alcanza su mejor expresión. Se trata de un vino dulce natural, de aromas intensos y marcada frescura, “se lleva mucho para maridar con quesos, sushi, ceviche y también platos dulces”, cuenta el vendedor de la bodega Nesman que comercializa el varietal bajo la marca Ángel Negro. La botella se consigue a $ 75.

También en materia de vinos los que quieran probar el innovador sistema “bag in box” pueden darse una vuelta por el stand de la firma mendocina Mamma Rosa. Este desarrollo, que luce como el popular tetra bick pero en tamaño grande y con una canilla para facilitar su servicio, evita la oxigenación del vino y por eso permite mantener su frescura hasta por seis semanas. Además, el precio es muy inferior al de la botella: los cinco litros de malbec de la bodega boutique La Iride cuestan $ 190.

Claro que la uva es la base de muchos otros productos además del vino, como prueba vale el stand de Tahuainti, una firma salteña que vende harina y miel de uva. En el primer caso se trata de “un complemento vitamínico, es antioxidante, antiulceroso y antiartrítico. El sobrecito cuesta $ 45 y dura un mes”, señala Gabriela Taglioti, responsable de la empresa comercializadora.

Entre lo gourmet se destaca la miel de uva que viene sola y también en una mezcla con nueces, almendras y maní, “ese mix es ideal para acompañar helados y quesos”, explica. “Es riquísima porque al principio parece miel y sobre el final se siente el sabor a uva, es bien suave”, apuntaba Adela Abraham apenas después de degustarla.

Las delicias también llegan desde el sur del país. Mariscos Las Grutas, de la localidad rionegrina homónima, ofrece una pasta de salmón, “ideal para untar o también para agregarles a las pastas y darles sabor en un segundo”, indica la vendedora.

Las cazuelas de mariscos ($ 120) son otra gran alternativa que aparece a la hora de cocinar rico y fácil, ya que se pueden guardar en la alacena y en caso de emergencia “romper el vidrio”: basta agregarle el contenido del frasco a un simple arroz para tener un plato gourmet en pocos minutos.