Leo Poke Martínez tiene 35 años y es un apasionado por el esquí. Claro que su historia es distinta a la de otros. Y aquí es, cuando al conocerlo, nos damos cuenta de la fuerza de su espíritu. Leo o «Poke», como lo conocen sus amigos y el ambiente del esquí, sufrió un accidente a los 25 años, lo que lesionó su médula e inmovilizó sus piernas.

Aún así, Poke continúa con su pasión. Es esquiador paraolímpico y un documental actualmente en filmación contará su historia. Un deportista solidario, representante de una fundación que trabaja en la búsqueda de curas para lesiones medulares. Un ejemplo de lucha y perseverancia; de fuerza interior implacable y tenaz.

La pasión de Poke por el esquí comienza a los 6 años. Como a todo niño, le atraía la nieve, jugaba en ella con su hermano. «Vivíamos en Malargüe y mi papá, nos llevaba a esquiar a Las Leñas,» recuerda Poke. «Desde ahí no paramos más. Tal es así que nos gustó tanto que hicimos cursos de instructor y trabajamos ad honorem de ayudantes en las distintas competencias. Nos daban el pase y la comida y con eso éramos felices. Luego de los cursos, en el 2001, comenzamos a trabajar como instructores en el Complejo.»

Cuando tenía 25 años sufrió un fatídico accidente practicando precisamente su «pasión.»

Dentro de la escuela de esquí hay un área que se denomina freestyle, en la que se aprenden piruetas en distintas modalidades. «Un día estábamos practicando saltos en la rampa y me sacó mal, caí de tal forma que el golpe lesionó mi médula lo que hizo que perdiera la sensibilidad y la movilidad en mis piernas. La consecuencia fue estar en una silla de ruedas desde ese momento.»

Desde el momento en que se quebró, Poke fue consciente que su lesión era muy grave, «pero tenía que estar tranquilo para superarla, no abrumarme.» Allí está la fuerza inquebrantable de su espíritu para salir adelante. «Tuve mucha ayuda de mi familia y mis amigos, lo cual me hizo muy bien para hacer la rehabilitación y todo el tratamiento posterior.»

Poke, muy positivo y aceptando lo que le sucedió, piensa y cree que no fue algo malo que le pasó en la vida, «sino que a raíz de esto llegaron cosas muy buenas como la participación en los Juegos Paraolímpicos.»

«Pero mientras estaba internado tenía en mi cabeza la idea y el deseo de volver a esquiar, sabía que se podía en silla. Todos me decía que era una locura, pero también sabía que mi lugar es ahí en la montaña.»

Al ver esta reacción de Poke, su hermano con algunos amigos compraron una silla en Europa. «Al segundo año del accidente empecé nuevamente y sigo haciéndolo. Ahora estamos entrenando con el equipo paraolímpico. En Argentina hay muy pocos que esquían, en competición sólo somos dos. La idea es que siga creciendo el esquí adaptado.»

«Siempre es bueno tener referentes, gente que te ayude con su ejemplo para superar estas situaciones de vida», haciendo referencia a quienes él siguió y sigue para aprender de su empuje y «la garra que le ponen para salir adelante. Es muy lindo también ser referente de otras personas que por ejemplo me escriben y me consultan sobre mi experiencia, eso los ayuda como me ayudó a mí observarla en otros deportistas.»

Poke sigue siendo instructor, aunque lo hace por placer y transmitir su experiencia de vida, «para enseñarle a otros chicos a quienes acompaño cuando van a la montaña.»

En el verano, continúa su actividad deportiva con el Wakepark, en una laguna artificial para esquí acuático. Las actividades se desarrollan desde agosto hasta febrero.

Su actividad privada también se relaciona con su pasión, porque junto a su hermano Andrés, desde 2007 fabrican esquíes personalizados para fuera de pista.

Su solidaridad continúa con su kinesióloga. «Estamos trabajando en un proyecto que se llama Volver a Intentar y tiene por objetivo enseñar técnicas a chicos que están en sillas de rueda para manejarse solos, como utilizar una rampa o una escalera.»

«San Rafael es muy poco accesible para las personas que sufren alguna discapacidad motriz. En mi caso, al practicar deportes, tengo cierta habilidad, pero para alguien que se mueve lo justo y necesario es difícil moverse; y por ejemplo las veredas están rotas; hay que hacer una especie de trial para poder circular.»

Leo representa en Argentina a una Fundación de Red Bull que trabaja en la búsqueda de curas para lesiones medulares y recauda fondos para ello. «En 2014 se hizo carrera a beneficio de esta fundación y este año no se ha podido realizar por falta de apoyo económico, pero la idea es que se realice todos los años. Es algo muy lindo porque nos ayudamos entre todos.»

«Todo esto me gusta y va más allá de un desafío personal de seguir creciendo como deportista, sino hacerlo para la sociedad y dar una mano a todo aquel que está en esta situación, ayudarlo, aconsejarlo.» Esto también lo hace con pasión; y su objetivo es seguir trabajando para incluir a muchos chicos en este deporte.

En la actualidad, una productora de Buenos Aires está filmando y armando un documental de la vida de Leo. «Con ello queremos mostrar todo lo que hemos vivido durante este tiempo desde el accidente a casi diez años. El fin del documental es llegar a los próximos juegos paraolímpicos a realizarse en Corea en 2018.»

Hace unos días, se realizó en Buenos Aires la presentación del trailer en el que muestra el antes del accidente, el accidente que también está filmado y después lo que ha logrado en los Juegos de Canadá. En Las Leñas se filmará durante el invierno y en el verano se filmarán deportes de esa temporada, más la clasificación a los juegos.»

Aquellos quienes deseen colaborar de alguna forma para solventar este film, pueden ingresar a http://www.idea.me/proyectos/10255/poke-mas-alla-de-los-limites. Además, se podrá observar el trailer del documental. Link presentación: https://vimeo.com/132112382

El proyecto se presenta diciendo que  tiene como fin retratar la vida de Leonardo “POKE” Martínez, una persona inspiradora con espíritu de lucha y superación personal. Un deportista destinado a superar las barreras establecidas, un luchador que va más allá de los límites.

La nota no se acaba aquí… Porque la lucha de Leo Poke Martínez, con tesón inquebrantable y la fuerza del espíritu continúa día a día, un ejemplo de que a pesar de las adversidades se puede seguir adelante, no sólo como meta personal, sino como ejemplo de solidaridad hacia los demás.