Productos premium y alfajores mini marcan tendencia en el mundo de las golosinas; el mercado incorpora propuestas como los candy stores
Hace unos días Águila cumplió 135 años, lo que la convierte en una de las marcas más antiguas de la Argentina. Sin perder su esencia y su liderazgo en el rubro de la repostería, el grupo Arcor -que controla la marca desde 1993- acaba de concentrar su relanzamiento apuntando a consolidar su presencia en el segmento de chocolates premium, con la incorporación de nuevas propuestas y presentaciones y la mira puesta en competir con marcas internacionales como Lindt y Ghirardelli.
«La compra de Águila en su momento nos permitió incorporar un expertise muy grande en el negocio del chocolate y hoy la marca conserva un posicionamiento premium muy claro. Ahora, con estos nuevos lanzamientos estamos llevando ese reconocimiento que tiene Águila al mercado de los chocolates impulsivos. Creemos que el auge que vive toda la gastronomía y la comida gourmet nos abre una oportunidad muy grande para ofrecer un producto accesible pero de alta calidad», explicó Martín Lerga, gerente de Negocio de Golosinas, Chocolates y Helados de Grupo Arcor.
La incursión en el segmento premium que encaró Arcor no es una excepción en una industria que está apostando cada vez más a una segmentación del consumo, lo que implica un cambio profundo en una categoría históricamente masiva y enfocada en el consumidor infantil como es la de golosinas y chocolates.
LA HORA DEL PERMITIDO
Una tajada no menor del negocio de golosinas y chocolates a nivel local corresponde a los alfajores. El consumo per cápita anual del rubro ronda el kilo, lo que significa que en promedio cada argentino se come al año 20 alfajores. Ante un mercado tan maduro, la búsqueda de los principales jugadores del negocio está puesta en la ampliación del universo de consumidores. «Lo que estamos viendo es un crecimiento en la demanda de los alfajores mini, en especial en el mercado de Buenos Aires. El consumidor más adulto muchas veces compra un alfajor como una gratificación que busca darse y en este sentido un alfajor más chico es percibido como un permitido», explicó Claudio Daniel Messina, gerente de Marketing de la empresa Dielo, que con su marca Fantoche pelea con Jorgito el liderazgo en el segmento de alfajores de precio medio.
OFERTA GLOBALIZADA
Otra de las novedades en la industria de las golosinas pasa por la adaptación local de propuestas internacionales. Desde hace un par de años, los fabricantes de caramelos -con Arcor a la cabeza- trabajan para posicionar a la celebración de Halloween como una fecha obligada para el desarrollo de la categoría, y ahora la internacionalización también se siente en materia de sabores. «En nuestro caso acabamos de lanzar un alfajor relleno con pasta de maní y estamos apuntando tanto a los mercados internacionales, donde ya estamos presentes como México, Estados Unidos, Israel y Panamá, como al consumo interno. El consumo está cada vez más globalizado, no solo porque los argentinos están probando nuevos sabores sino también porque en el mundo hay una mayor propensión al consumo de alfajores», explicó Isaac Yabra, socio de Successo, una marca de alfajores premium que compite con Havanna y Cachafaz.
COMPETENCIA AL QUIOSCO
Los cambios que vive la industria de las golosinas no se limitan al desarrollo de nuevos productos y también se sienten en materia de canales comerciales. A nivel mundial, la mayor novedad en la comercialización de este tipo de productos pasó por el surgimiento de los llamados candy stores, que son locales especializados en la venta de confites, golosinas y chocolates, con una estética muy colorida y una oferta de productos no convencionales, como dulces en polvo o confites exóticos. En la región ya se instalaron varias cadenas internacionales de candy stores, como la española Fini, que ya cuenta con sucursales en Santiago (Chile) y San Pablo. En la Argentina, Arcor es la empresa pionera en incursionar con este tipo de negocios, con los primeros dos Arcor Center que funcionan en Buenos Aires, a los que se acaba de sumar un tercer local en San Miguel de Tucumán.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1811451-chocolates-y-caramelos-dulzuras-que-son-buen-negocio
Por Alfredo Sainz | LA NACION






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