Pensando siempre en términos de qué es educación me planteaba algo que siento es fundamental. Esto es la importancia de comprender que educamos todo el tiempo; a cada segundo y esto es muy significativo y para tener en cuenta.
Será que soy educadora (que estudié para esto) que hago de esta cuestión una necesidad básica. Educar es como alimentarse, como amar; educar es una cuestión vital. Cada adulto es un educador y debiera comportarse como tal. Desde que salgo de mi casa; en cada acto de mi vida estoy siendo observado por algún niño o joven que inconscientemente está aprendiendo esa conducta. Entonces no es algo menor atender a cuáles son nuestras actitudes en nuestro andar por la vida.
Saludo al entrar a un lugar, digo “permiso”, pido disculpas si hago algo que pueda enojar, ofender o molestar a alguien; deposito los papeles y residuos donde corresponde, utilizo un vocabulario adecuado al hablar con niños y jóvenes, critico todo el tiempo a los demás. Sin darnos cuenta somos referentes a cada momento y no es para convertirse en un obsesivo pero es importante estar atento a esto.
Cosas tan sencillas como esta haría nuestra vida más afable, más conciliadora, más bella. Sonreír, ceder el paso a un peatón cuando vamos en el auto, mirar con amabilidad, escuchar son actos tan simples y tan llenos de efectos positivos para el otro (el prójimo). La vida se hace más plena atendiendo a estas cosas tan básicas y, sobre todo, que nada nos cuestan. Sólo un gesto y podemos cambiar la perspectiva de alguien que está triste o preocupado. Educar es vivir. Educar es amar, educar es creer en los demás; educar es “tener en cuenta” al otro. Señoras y señores, una simple mirada es un regalo y sólo un gesto puede hacer más bello un día. Lo mejor de todo; es gratis.
Gentileza de
Alejandra Pili
Docente
Prof. de Psicología
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