Con una cálida sonrisa, la vicegobernadora electa nos abre las puertas de su oficina -en calle San Martín, de Ciudad- para tener una charla principalmente política. De todas maneras, Laura Montero también habla de su vida privada y nunca deja de mencionar a sus tres hijas.

Cansada, porque campaña, elección, triunfo y aún ninguna vacación, pero con muchas expectativas por el futuro que se viene. “Siempre tuve la certeza de que íbamos a ganar”, dice con firmeza y satisfacción. Habla más de “nosotros” que de ella. Detalla cuáles serán sus funciones y asegura que a “Alfredo” (por Cornejo) lo va a respaldar en todo. Especial. Por Ángeles L. Acosta – aacosta@losandes.com.ar

-¿Cómo se ha sentido en la primera semana ya con título de vicegobernadora electa?

-Muy bien. Por supuesto, con muchísimas expectativas, sobre todo las de mucha gente. Asumiendo ya el desafío y con mucho sentido de la responsabilidad, justamente por las expectativas que hay. Trabajando incansablemente.

También bastante solicitada por algunos intendentes que me empiezan a pedir ayuda técnica. Con Alfredo coordinando todas las actividades que tenemos por delante y empezando con el plan de la transición. Mucha actividad.

-Mostraba mucha seguridad en los meses previos de que el Frente Cambia Mendoza (FCM) iba a ganar. Finalmente sucedió. ¿A qué se lo atribuye?

-Yo tenía la certeza de que íbamos a ganar. En principio por cuestiones subjetivas, que era lo que vivía en la calle cotidianamente con la gente que quería un “cambio”; desde el Santa Teresita (barrio de Las Heras) hasta los de Luján. En todo el espectro territorial que golpeé puertas la gente tenía esperanzas de cambio. Veía que vivía con angustia por la inseguridad.

Cada uno contaba desde su perspectiva alguna realidad distinta, pero siempre con vocación de cambio. Creo con Alfredo sintetizamos bien esa necesidad con una construcción de poder sólida, que la gente sintió que no iba a dar un salto al vacío y que podía caer en un lugar seguro derivando ese poder a personas que lo iban a saber administrar.

Pegó muy bien la unidad del radicalismo, que todos estuviéramos trabajando juntos en la tarea y también los aliados de todo el FCM. Nadie sacó los pies del plato: estuvieron y ayudaron todos en la campaña.

-“Cambiar la realidad en función de las ideas es lo que sueña todo político”, dijo usted en una entrevista previa a la conformación del FCM. ¿Qué es lo que van a cambiar con su gestión en la provincia? 

-Tener el poder para liderar las estrategias de cambio con una planificación concreta, que es lo que hemos estado diciendo con Alfredo. A mí me va a tocar con una labor a la cabeza del Senado, de la Legislatura provincial. Voy a apoyar a Alfredo en todo lo que necesite.

Vamos a llegar al Gobierno con un plan de gestión, con la visión concreta de hacer las reglas de la buena administración. Planificar; organizar bien los recursos; ejecutar con transparencia; controlar, para poder apuntar a las necesidades que nos ha marcado la gente y que nosotros también vemos como roles ineludibles, donde el Estado tiene que estar presente.

-Hicieron mucho foco en la campaña en la seguridad. 

– El tema inseguridad es clave. Alfredo, por su experiencia, ha tomado más la posta. Avances y reformas en el sistema judicial. Para educación, salud, todo planificado. Lo primero es organizar y administrar bien.

La salud pública es un desquicio. He ido al hospital de Santa Rosa y no ha habido pediatra. Tenían que ir al Notti por una angina porque no había remedios para asistirlos. Ése es el problema. Nosotros vamos a implementar las herramientas para poder transformar esas realidades en soluciones concretas. Se hará dentro de las dificultades que vamos a tener en el marco de Presupuesto, pero hay mucho por organizar en los recursos desorganizados.

–El peronismo durante la campaña habló mucho de la mala relación entre Cornejo y usted. ¿Qué hay de cierto?

-Tengo una relación muy buena con Alfredo, nos respetamos muchísimo. Llegué al Ministerio de Economía (en el gobierno de Cobos) sin experiencia previa de nada, ni trayectoria. Me llamaron por técnica (es ingeniera agrónoma), porque sabía mucho del sistema productivo.

Una de las personas de soporte mío y que me guió fue Alfredo, que en ese momento era ministro de Gobierno y después nos dejábamos los ministerios a cargo. O sea, nos teníamos mucha confianza en un trabajo que no era sencillo. Cuando asumió como ministro de Seguridad fue un paso duro. Tenemos una relación de mucho respeto y confianza en la capacidad y en lo que cada uno puede dar.

-Pero antes del acuerdo interno, ustedes estaban dispuestos a competir entre sí en las PASO.

-Es verdad que veníamos compitiendo porque tal vez donde más diferencias teníamos era en las formas de construcción política. Yo quería jugar fuerte en la PASO, después lo fuimos ordenando hasta que llegamos a la fórmula. Pero ésa es la esencia de nuestro partido (la UCR); debatimos las cosas, confrontamos con las ideas.

Él sabe que yo tengo formación, ideas propias, experiencia -tanto en lo privado como en lo público- y que estoy dispuesta a aportar desde la base del debate y los disensos que permiten un sentido crítico.

-Y todo se solucionó…

-Los dos estamos perfectamente ubicados en el rol que tenemos que cumplir. En la campaña, a pesar de que jugaron con eso (por el PJ), mostramos mucha coherencia y la misma vamos a tener en el Gobierno. Él va a ser hábil políticamente para armar un gabinete que dé estabilidad a todo el mundo.

Yo voy a contribuir para eso, así como contribuí en el Frente Cambia Mendoza y aporté el brazo más peronista (risas) para equilibrar. Él sabe que mi respaldo es incondicional, que le voy a dar todo el soporte en las áreas que necesite.

-Sus funciones concretas como vicegobernadora, ¿cuáles serán?

-Tengo muchísimas expectativas. Primero porque tengo la experiencia del Senado nacional, que es algo distintivo y muy enriquecedor. Expectativa de dar brillo a la Legislatura, de dar los instrumentos a los legisladores para tener un buen soporte, con las mejores leyes -que son las que nos organizan como sociedad-. Tengo dos áreas de gestión: una, la legislativa y otra, administrativa.

Quiero mejorar los procedimientos legislativos, trabajar en la transparencia, por ejemplo con el voto electrónico; mejorar el funcionamiento en sí y lograr contacto con la ciudadanía. Hay que avanzar en involucrar a la sociedad en los debates públicos, que no sólo ejerzan su ciudadanía cuando van a votar.

-Un proyecto ambicioso…

-Sí, y además hay que hacerlo en todo el territorio. Soy una apasionada de cruzar sector con territorio, en todos los sentidos. Se puede trabajar área de mujer, juventud, derechos de acción colectiva. Hay que trabajarlos previamente para empoderar a la ciudadanía hacia esos cambios culturales. Involucrar a la sociedad en temas de su propio interés.

Siempre digo que la mejor manera de resolver y abordar un problema es pararse sobre el mismo. Quienes están viviendo los problemas son los mejores traductores de la realidad. Hay que abordarlos con responsabilidad, no como lo ha hecho el kirchnerismo, imponiendo un debate ideologizado.

-¿No reconoce nada al Gobierno nacional?

-En algunos derechos se ha avanzado pero agarraron la bandera de los derechos humanos, por ejemplo, para después poner a Milani (ex jefe del Ejército). No con esa hipocresía. Hay que hacerlo con honestidad para ir pensando la Mendoza del futuro, la Mendoza que queremos.

-¿Qué es lo que menos le gusta de la gestión provincial del PJ?

-Una de las peores crisis que ha vivido en estos ocho años la provincia es la institucional. Porque copiaron (Pérez y su gente) el formato nacional de imposición y avasallamiento de poderes, la falta de diálogo interinstitucional respetuoso entre los poderes del Estado y las fuerzas políticas. Eso hay que restablecerlo porque hace distintiva a Mendoza y permite que podamos proyectarnos juntos.

El kirchnerismo ha hecho un destrozo de la instituciones: la tiranía de la mayoría. Pérez no sólo copió ese modelo. También se arrodilló ante la Nación y se dejó sacar todos los recursos propios.

-¿No tiene temores?

-No, no, en absoluto.

Vicegobernadora, con “a”

Laura Montero será desde diciembre la primera vicegobernadora mujer en la historia de nuestra provincia. Y, quizá, ese histórico hecho viene acompañado de un ‘plus’ justamente por su género y por la sociedad aún machista -en múltiples sentidos- en la que desempeñará su cargo.

“Tal vez el primer indicio de que pueda tener un plus lo encontré en la campaña. Esa expectativa de que ya es hora de que haya una mujer en un lugar de toma de decisiones, de poder, relevante. Que sirva de voz, sin apropiarse de la voz, sino abriendo puertas para que muchas mujeres puedan llegar a puestos de decisión.

Es el modelo de sociedad que a mí me gustaría impulsar para trabajar en términos de mayor equidad. Hoy a hombres y mujeres no nos diferencia prácticamente nada. Hay mujeres que, sobre todo en el período de maternidad, tienen una encrucijada difícil. Claro que seguimos siendo procreadoras, multiplicadoras, y además ahora trabajamos, tenemos responsabilidad del hogar, que a veces enfrentamos solas.

Muchos de esos derechos no están: en términos de salario, de igualdad de acceso a puestos de trabajo. No es una mirada feminista sino de justicia y de equidad”, analiza la vicegobernadora electa.

Fuente: Los Andes – http://www.losandes.com.ar/article/laura-montero-con-alfredo-sintetizamos-bien-la-necesidad-de-cambio-de-la-gente