En diciembre último obtuvo media sanción el proyecto presentado por la senadora radical Milagros Suárez, el cual apunta a regular la actividad educativa y la seguridad edilicia en los jardines maternales de la provincia. Sin embargo, desde entonces, la iniciativa ‘duerme’ en Diputados, más precisamente, en la Comisión de Educación de esa Cámara, cuando todo indicaba que sería una de las leyes más fáciles de salir.

Según argumentó ayer la presidenta de la Comisión de Educación de Diputados, Teresa Maza, aseguró que el problema es que los legisladores no están de acuerdo con tantos niveles de exigencia en ese tipo de instituciones. «No todos vieron adecuado regular con tanta exigencia todos los jardines de la provincia. Hay excepciones. El jardín maternal surge como un servicio social entre vecinos. No se les puede exigir a todos que tengan más docentes o cierto tipo de enseñanza. Habrá que ver si en todas las zonas de Mendoza puede existir la misma exigencia», se explayó Maza, quien decidió convocar a la senadora Suárez la semana próxima, para que ella misma argumente su proyecto.

«Es la forma para echar luz. Ahora cambiamos el día de comisión, los martes. ahora tenemos posibilidad. Nos adaptaremos a sus horarios. Hay mucha intención de sacar el proyecto. Hace falta una ley como ésta, pero hay críticas porque estaría hecha para las grandes ciudades. Quizás en algunos lugares no hay un jardín maternal a mano. Este proyecto en zona rural es muy difícil. Es un proyecto hecho para grandes ciudades», agregó Maza, diputada de la UCR.

Para Suárez, el aspecto educativo es fundamental y el control de los docentes por parte de la Dirección General de Escuelas, es uno de los puntos más importantes del proyecto.

«Hay un vacío legislativo y de control en los jardines maternales del ámbito privado. Sólo tienen un habilitación municipal, pero nadie sabe después qué contenidos y cuál es el trato que se les da a los chicos», explicó la senadora.

Otro punto del proyecto -ese no encontró oposición- es que la DGE realice un test psicofísico a las maestras jardineras y no que éstas sean elegidas deliberadamente por la dueña de la institución. «Hay que blanquear la actividad. Porque los jardines no sólo son depositarios de chicos, sino que son claves para el aprendizaje, la estimulación, la socialización de los chicos», agregó Suárez.

El proyecto de la legisladora radical obtuvo inmediatamente media sanción, a dólo dos meses del caso de maltrato en un jardín maternal de Comodoro Rivadavia. Este impactó al país cuando se conoció la denuncia de una docente del jardín privado La hormiguita viajera, sobre las situaciones violentas que padecían los niños en el lugar, como amordazar a los pequeños en una silla para que no lloraran.

De aprobarse el proyecto de Suárez, que según adelantó Maza, podría aprobarse «en no más de un mes», la DGE deberá confeccionar una página Web en la que se consigne la cantidad de jardines maternales habilitados, las características de cada uno, un organigrama del establecimiento y la cantidad de alumnos con especificación de sus edades.

Por: Valeria Caselles

Diario El Sol