Con la experiencia de las PASO de abril y la elección de la semana pasada en Santa Fe, la Junta Electoral tomó nota e informó el operativo para el domingo, en el que incluyó algunos cambios.
El más significativo es que, en esta oportunidad, se permitirá a los partidos tener un veedor que accederá al sistema que carga el escrutinio provisorio, con la finalidad de auditar el proceso. Se trata de un “fiscal informático” que podrá, a través de máquinas habilitadas, constatar el proceso de recuento. Esto por pedido de las mismas fuerzas políticas.
Otra de las novedades es que la Junta Electoral dispondrá de delegados electorales que, además de estar presentes en los departamentos del Sur y el Este provincial y del Valle de Uco, esta vez se distribuirán también en el Gran Mendoza con la finalidad de resolver cualquier situación que exceda al director de escuela, máxima autoridad de cada centro de votación. Estos agentes tienen, entre otras competencias, la posibilidad de nombrar presidentes de mesas y ordenar detenciones policiales.
Hasta allí las innovaciones para las generales de mañana, en las que se elegirá al nuevo gobernador y vice, la mitad de las cámaras de senadores y diputados, quince intendentes (quedan fuera de este comicio la definición de San Carlos, Capital y Godoy Cruz) y los respectivos concejales de estos departamentos.
“Los aspectos técnicos y operativos son más sencillos que en las PASO. En aquel momento procesamos 10 mil telegramas y ahora no van a superar los 4 mil”, afirmó Martín Wiens, encargado de la Dirección de Informática y Comunicaciones (DIC). Con estas previsiones, calculan que cerca de las 22.30 podrían estar los resultados provisorios.
De haber una distancia de varios puntos entre los dos primeros candidatos (considerada irreversible), el escrutinio definitivo no debería demorar en ratificar el provisorio, según estimaban.
Control informático
El combo de medidas anunciadas ayer recogió algunas experiencias que dejaron las elecciones del 19 de abril y el temor a que suceda lo mismo que en Santa Fe el domingo pasado, en donde el triple empate, en la categoría de gobernador, cuestionó la transparencia del comicio y del recuento.
En el caso local, las PASO dejaron algunos antecedentes negativos. Varias escuelas demoraron en abrir debido a la baja de presidentes de mesa y la logística en sí quedó por momentos desbordada, sobre todo en aquellas que había muchas listas (Guaymallén y Luján tuvieron 50). Una vez cerrado el comicio, surgieron algunas dudas en el recuento de votos y lo que se iba trasladando al sistema que carga los resultados provisorios.
Unos días después de las primarias, el frente Cambia Mendoza difundió, a través de una comunicado, una denuncia en la que señalaba “trampas” (con el caso de Guaymallén a la cabeza, en donde hubo 9 mil votos anulados) e irregularidades, entre las que se mencionaba que la mujer del gobernador, Celina Sánchez, participó en la carga de datos.
Esta versión fue rechazada por el Gobierno, pero alcanzó para que se implementara en esta elección, mediante una resolución de la Junta, la figura del fiscal informático. La idea es que los partidos políticos puedan, a través de distintas vías, auditar el proceso de conteo provisorio, con la única condición de no difundir antes de las 21 ningún resultado.
Esta instancia de control en parte ya existía, con el seguimiento que llevan los partidos a través de lo que informan los presidentes de mesa. En las PASO, el frente Cambia Mendoza armó su propio centro de cómputos paralelo con datos que iban pasando las autoridades de mesa. Estos números mostraron coincidencias con el escrutinio provisorio.
Pero dentro de las alternativas de fiscalización abiertas para esta elección, los partidos o frentes podrán acceder a una copia del telegrama, con la finalidad de controlar el camino que tiene este papel hasta su último destino (los costos corren por cuenta del sello político). Este documento contiene el resultado de cada mesa y viaja desde la misma escuela hasta el Correo Central. Luego esa información es transferida a la DIC, encargada de subir a una página en Internet los resultados parciales.
Otra de las posibilidades de supervisión es a través de un fiscal en la misma DIC. “La intención es que, además de controlar, comprueben que no hay nadie ajeno a la dirección”, señalaron desde el Gobierno. Este controlador podrá, a través de una computadora designada y con un usuario y contraseña, auditar la carga de los telegramas y los datos que aporta cada uno de ellos.
El operativo
Fuera de las novedades, la logística para mañana será la misma que se usó en las PASO. En el Gobierno descartaron tener que reforzar la seguridad con gendarmes y confirmaron que se repetirán los 570 establecimientos que se utilizaron en las primarias (sólo se modificaron dos escuelas en el Sur y tres en Lavalle). En total, son 3.980 mesas las que recepcionarán los votos.
Sólo por mañana, el viaje en colectivo de línea será gratuito a partir de los 16 años y para los viajes de media distancia se podrá tramitar hasta hoy el pasaje libre en las oficinas de cada empresa.
En cuanto a las autoridades de mesa convocados, Alfredo Puebla, secretario de la Junta Electoral, señaló que hay un “90 por ciento de los presidentes asegurados, que se complementa con los 500 voluntarios inscriptos. Eso nos asegura dos autoridades por mesa”. En el caso de faltar, deberán presentar un certificado expedido por hospitales públicos.
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