A diferencia de otras ocasiones, en los primeros cuatro meses del año, el mundo le dio la razón a una afirmación frecuente de la presidenta Cristina Kirchner.
Sucede que la caída en los precios internacionales de las commodities les reportó un duro golpe a las arcas nacionales. Por añadidura, la embestida se nota con particular importancia en las provincias, los eslabones más débiles de la cadena.
En el primer cuatrimestre, las gobernaciones perdieron ingresos por más de 1171 millones de pesos destinados a obras debido a la caída internacional del precio de la soja, que erosionó los recursos del llamado Fondo Federal Solidario (FFS), que se puso en marcha en 2009 como respuesta del Gobierno a la crisis que había desatado su enfrentamiento con el campo.
El fondo contempla la distribución entre las provincias de un 30% de las retenciones a las exportaciones de soja que percibe el Estado nacional en cualquiera de sus variedades y derivados. Se distribuye de manera diaria y automática entre todas las jurisdicciones de acuerdo con los coeficientes que define la ley de coparticipación.
En el primer cuatrimestre de 2014, el FFS sumó más de $ 4931 millones, mientras que en el mismo período de este año el número bajó hasta los $ 3760 millones, 23,7% menos. Pero la crisis se agudizó en el último tiempo: sólo el mes pasado las provincias recibieron $ 1215 millones menos. En la comparación con el mismo mes de 2014, la caída fue superior a 36 por ciento.
Si a esa caída se le suman los efectos de la inflación, en torno al 30% en los últimos 12 meses, según las consultoras privadas, el rendimiento del fondo es aún peor.
El FFS explica entre el 1% y el 2% de los presupuestos de las gobernaciones. Su reducción implica un revés a sectores sensibles de las economías provinciales, ya que sus recursos tienen una afectación muy específica habitualmente destinada a la mejora de la infraestructura sanitaria, educativa, de hospitales, de vivienda o rutas. En cambio, su ley de creación establece que no se puede utilizar para gastos corrientes, como el pago de salarios.
«El fondo de la soja ha adquirido relevancia en las provincias. Esto es así porque muchas jurisdicciones, a partir de él, redujeron los aportes de rentas generales que destinaban a obras públicas y los sustituyeron por este fondo. La misma situación se dio en los municipios», explicó Walter Agosto, ex ministro de Hacienda de Santa Fe y ex diputado nacional (Partido Justicialista).
Los menores ingresos derivados de la soja llegan en un momento especialmente malo de las economías provinciales, afectadas por el estancamiento de la economía.
LA SOJA VALE MENOS
Según los especialistas, los precios son los grandes responsables de la menor cosecha fiscal de las provincias, antes que una menor producción.
De acuerdo con los valores que publicó el Ministerio de Agricultura, medidos en toneladas, el poroto de soja, el aceite y la harina costaban US$ 526, US$ 879 y US$ 517 (precios FOB) el 6 de abril de 2014. El mismo día de este año, en cambio, habían caído a US$ 372, US$ 656 y US$ 361, con bajas que van del 25 al 30,2 por ciento.
Eso se trasladó a los números de exportaciones. Un ejemplo: bajo el rubro «harina y pellets de la extracción de aceite de soja» (el mayor rubro derivado de ese cultivo) se hicieron exportaciones en el primer trimestre del año pasado por 2147 millones de dólares. En los primeros tres meses de este año, en cambio, esa cifra cayó hasta los US$ 1936 millones. Mientras que la liquidación de divisas vinculada con la producción de oleaginosas y cereales fue de US$ 5632 millones hasta abril, en comparación con los US$ 7805 millones del mismo período del año pasado.
En cambio, la producción marcha. Es difícil que el país exporte en este ciclo comercial menos que el año pasado, debido a que la cosecha de soja que se está terminando de recolectar en estos días apunta a los 59 millones de toneladas, según Agricultura. Ese número está 10,5% por encima de los 53,4 millones de la campaña 2013/2014.
Agosto suma otros motivos para explicar la caída de los montos en pesos. Entre ellos, la tasa de devaluación de este año, que «es sustancialmente inferior a la de 2014 [hubo una devaluación superior al 20% en enero]. Eso implica que las retenciones en dólares, al convertirse a pesos, experimentan un ritmo de crecimiento menor». Y recuerda el menor ritmo de liquidación de divisas por parte de los exportadores en el primer cuatrimestre.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1793284-las-provincias-recibieron-1200-millones-menos-por-la-caida-de-la-soja
Por Pablo Fernández Blanco | LA NACION
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