El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, le avisó a Armando Cavalieri, titular del gremio, que por “decisión de Kicillof” los acuerdo salariales no pueden superar ese porcentaje. Su gremio había acordado un incremento del 30%.
Ese fue el contundente mensaje que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, transmitió esta tarde al titular del sindicato de Comercio, Armando Cavalieri, quién concurrió a la cartera laboral para presentar el borrador del acuerdo paritario alcanzado con las cámaras empresarias de la actividad, que establecía una suba escalonada de 30% para los empleados mercantiles.
El entendimiento, convenido esta semana en negociaciones privadas entre el gremio y representantes de la Cámara de Comercio y CAME, fijaba un incremento para 2015 de 30% en dos tramos: 15% desde abril y el 15% restante con los salarios de octubre. Además de garantizar la continuidad del pago de dos sumas fijas de $ 1.200, que el personal de la actividad percibía desde el año pasado.
Sin embargo, según confiaron fuentes sindicales, durante el encuentro con Tomada y la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, el funcionario le advirtió a Cavalieri que «por decisión del ministro (de Economía, Axel) Kicillof«, la cartera laboral no homologaría acuerdos salariales por encima del 24%.
«Pero yo no negocio salarios con Kicillof», fue la rotunda queja que lanzó el gremialista ante Tomada, de acuerdo con los voceros.
El dirigente mercantil -incluso- reprochó a los funcionarios que el Gobierno cuestione un entendimiento alcanzado con sectores empresarios «que reconocen poder hacer frente al pago de los aumentos» a sus trabajadores. Además, amenazó con poner en marcha los próximos días un plan de lucha con paros y protestas en la actividad para exigir la aprobación del acuerdo paritaria.
Cerca de Cavalieri confiaron a Cronista.com que el dirigente solicitará también al titular de la CGT oficial, Antonio Caló, una reunión urgente de la entidad con el propósito de analizar una posición formal ante lo que interpreta como «un claro intento por limitar la libertad de las paritarias».
En paralelo, voceros vinculados a las cámaras empresarias del sector mercantil confiaron a este diario haber recibido llamados de funcionarios del Ejecutivo advirtiéndoles que no homologarían convenios con subas de 30%. «Kicillof me pidió que cerremos en un 23%, pero ningún sindicalista te va a firmar eso, es imposible», comentó uno de los empresarios consultados.
La posición oficial transmitida al gremio y los empresarios mercantiles es similar a la estrategia que desde Trabajo imprimieron a la negociación en la industria metalúrgica. Justamente el rechazo del sindicato de la UOM, que lidera el propio Caló, a aceptar el tope del 24% en su paritaria, es la razón de la demora en el cierre de un acuerdo que el Ejecutivo apuesta a imponer como referencia al resto de las actividades.
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