La jueza federal de San Isidro recibió a LA NACION ayer a la tarde en su despacho, rodeada del expediente por la muerte de Nisman, fotos de la escena del crimen y de la autopsia. Dice estar dolida porque la Justicia desestimó la denuncia de su ex marido contra la Presidenta.
Firme e indignada y, por momentos, llorando y evocando a sus hijas, Arroyo Salgado habló de su relación con el Gobierno, con el espía jubilado Antonio «Jaime» Stiuso y sembró dudas sobre Diego Lagomarsino.
– ¿Por qué piden medidas para frenar el expediente? ¿No quieren que avance?
-De ningún modo nuestra intención es que la causa se dilate. Queremos que se haga la junta médica, una prueba decisiva que marcará un punto de inflexión. Nos va a decir para dónde vamos, si fue un homicidio o un suicidio. Y que no se cometan los errores que se hicieron desde el inicio. Que se haga con apego a la legalidad, porque si se determina que hay responsables por la muerte, necesitamos que no se caiga el caso por un defecto.
-¿Desconfía de la investigación?
– Sí, ya pasó que el día de la muerte de Nisman la fiscal no le dice a la madre y a la hermana que tenían derecho a poner sus peritos en la autopsia. Era su deber. La autopsia está filmada, pero no tiene audio, que es fundamental para conocer por qué los peritos llegan a sus conclusiones. ¿Quién ordenó que no se grabara el audio?
-¿Por qué pide apartar a Fein?
-Por su conducta en el expediente y en los medios. Tiene un interés manifiesto en el resultado. Actúa con falta de objetividad, legalidad y oficialidad. Se aferró a la hipótesis del suicidio. El hecho determinante fue la designación del perito Enrique Prueger. Consta en la causa que estando de paso por Buenos Aires, ofreció su colaboración y Fein lo designa. El propio Prueger explica que un secretario de la fiscalía lo llamó a su casa de Neuquén y que él estaba en Formosa. Devolvió el llamado y acordaron designarlo, no se ofreció espontáneamente. Fein mintió. Nosotros recusamos a Prueger porque había dicho que creía que se trataba de un suicidio. La fiscal lo eligió ex profeso porque pregonaba esta hipótesis.
-¿Impugnaron la junta médica porque temen que no concluyan que se trató de un homicidio?
-No. Hay aspectos centrales en los que es imposible que los médicos de la junta puedan llegar a una conclusión distinta a la nuestra. Esta junta debería tener una integración interdisciplinaria y la fiscal dice que sólo se realizará sobre fotos y filmaciones del día del hecho. ¿Pero la autopsia, no?, ¿las fotos de la policía en la inspección ocular posterior, no? La fiscal dijo que no tenían ningún punto 12 en el informe de la querella. Que no le mientan más a la gente.
-Pero usted le pidió a Fein que no lo divulgue…
-No hay escritos míos pidiéndole y, además, pedimos otras cosas y nada. Si no, mire los afiches con las fotos de Nisman. Ella, como garante de la legalidad del proceso, no hizo nada para preservar a mis hijas menores de edad. Ella no me representa a mí en el expediente, ni a mi familia, ni a mis hijas, no representa nuestros intereses.
-¿Qué pasa si rechazan la recusación de Fein?
-Espero que se resuelva tras una audiencia oral, como lo manda el Código.
-¿Cómo le cayó que rechazaran la denuncia de Nisman?
-Yo no tenía conocimiento de su denuncia. Por lo que supe del fallo, si el voto de la mayoría se instala como jurisprudencia deberíamos desestimar el 80% de las causas que nos llegan. Nos duele. No creo que haya hecho tan mal su trabajo. Respeto el trabajo de los fiscales Gerardo Pollicita y Germán Moldes [que apelaron] y la decisión de los jueces. A nivel institucional, esto no contribuye a la credibilidad de nuestras decisiones judiciales. Se desestimó, pero hay imputaciones concretas. ¿Deberían ser sobreseídos entonces, no? No sea cuestión que el día de mañana aparezcan más pruebas y se reabra el caso… en otro momento en otra coyuntura política… Si fuera el defensor exigiría el sobreseimiento.
-¿Cuál era su relación con Stiuso?
-Lo conocía socialmente, a través de Alberto, y tenía una relación poco frecuente. Hoy no tengo relación con él. Desde que soy jueza no lo vi. Después de la muerte de Nisman hablamos y estaba muy impactado.
-¿Cambió su relación con el Gobierno?
-Yo no tenía relación con funcionarios del Gobierno. Una vez hablé con Aníbal Fernández por un problema con un auto del juzgado, cuando era ministro del Interior, y me contestó muy grosero, si yo pensaba que su ministerio era una remisería. No hablamos más. Me llamó años después por un caso y no lo atendí. Tiene un estilo distinto al mío.
-¿Cómo toma que la Presidenta no le diera las condolencias?
-(Silencio) No sé si debía dármelas o no. Hubo un montón de otra gente que esperaba que lo hiciera y no lo hizo. No tengo relación con ella, no lo esperaba.
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