La Secretaría de la Mujer de la UCR San Rafael brindó un homenaje a mujeres sanrafaelinas que desarrollan sus actividades en distintos ámbitos de la sociedad.
Mujeres abnegadas que cumplen su rol, el que ellas eligieron, con profesionalismo, pero sobretodo con dedicación, vocación de servicio y fuerza de voluntad, valores que dejan una impronta cada día; y aquellas que por causas determinantes en sus vidas luchan y contienen a tantas otras.
Con la delicada, exquisita, sencilla y emotiva literatura de Susana Román, y el marco propicio de Casa de Elena y Fausto Burgos, cada una fue recibiendo su merecido reconocimiento.
“Tan valientes, tan soñadoras, tan dispuestas a defender nuestros derechos, como a honrar a aquellas que defienden los suyos”, comenzaron los textos de presentación y reconocimiento.
“Queremos que la comunidad las conozca y también aplauda y reconozca su labor, a veces silenciosa, a veces de amplia resonancia, pero siempre nacida desde el corazón.”
Las homenajeadas
Ana Gjukan
Fue locutora en Malargüe, lugar donde también lucir a las mujeres y ella misma se lució, cuando la democracia renacía en 1983, sentándose en una banca de un Concejo Deliberante donde ellas fueron mayoría. Se lució escribiendo poemas. Hoy continúa aleteando palabras en la voz más melódica que haya reconocido San Rafael desde los micrófonos de LV 4.
Sofia Velazquez – Micaela Velázquez – Brisa Sosa – Rocio Rodriguez – Cecilia Rodriguez (El Club Lechero)
Desde los primeros pasos van haciéndose creativas, generosas, activas, preocupadas por la realidad que las rodea y que a veces, a los mayores, nos duele. Quizás porque son apenas adolescentes, esa dolorosa realidad las impulsa a desprenderse de su tiempo de estudiantes para armar un club que dos veces al mes, “ordeña” leche en la puerta de los supermercados. Y ese ordeñe va a comedores comunitarios. Ellas crearon para San Rafael el CLUB LECHERO.
María Ester Mioni
Docente, pero un día se propuso que la gente que vive lejos de la ciudad tuviera un centro de Salud. Su preparación docente la hizo una “simple maestra de grado”, pero se abocó a conocer y a estimular a chiquitos con capacidades diferentes. Logró que un proyecto de huertas para pequeños de tercero a séptimo grado fuera ampliamente conocido y reconocido.
María Elena Izuel
Historiadora. La historia necesita que la despierten, que la cuenten, que la descubran. En esa tarea, los que la cuentan profundizan tanto que logran hacerle cosquillas y es entonces, cuando esas mismas cosquillas llegan a nuestro corazón, que sentimos que el pasado está muy cerca de nosotros.
Silvia Domínguez
Policía, perteneciente al CEO. Aunque su quehacer tenga diferencias sustanciales, tan opuestas como inimaginables, cuando la chicharra del teléfono despierta los silencios, alguna voz con profunda desesperación habla de tomar decisiones extremas, y ahí, en ese momento, es donde surge la palabra salvadora, la frase contenedora, el abrazo que aunque no sea real, alcanza para salvar una vida.
Juana López
Enfermera. Estudió yendo con su hijo a las clases, en su bicicleta; y lo logró. Sus primeros años de profesión fueron en el Hospital Schestakow. Trabajó con bioquímicos hasta que en 1987 entró en la Policlínica donde se jubiló. Pero nunca dejó de ser enfermera. Hoy se la puede ver en su bicicleta o caminando ir a atender a quien lo necesita.
Consuelo García de Martínez
Docente. Transitó muchos años por galerías y aulas y el patio grande de la Escuela Rodolfo Iselín, donde ejerció la dirección desde el año 1978 hasta su jubilación. Su alma inquieta de mujer y docente también extendía sus quehaceres más allá de esa tarea. La escuela 494 la reconoce por haber sido quien gestionó el terreno de calles Bentos y Los Sauces, donde funciona y se transportó, de puro inquieta, a chicos de escuelas de provincias como Tucumán, Neuquén, Entre Ríos. La Biblioteca de la escuela Andrade reconoce su labor fecunda, y en 1979 presentó, en esta misma casa generosa que hoy nos contiene, la Escuela de Títeres.
María Betsabé Mayorga
Artesana. Cuando el pensamiento que genera ideas y proyecta se une con manos laboriosas, surge eso que llamamos artesanía. No es fácil, muchas veces, que el común de la gente comprenda el lenguaje que las manos traducen en arte. Pero es el arte el que, muchas veces, le ha permitido al ser humano surgir renovado de una crisis, de la falta de trabajo, del hambre amenazador.
Argentina “Meky” Ravanal
Agricultora. Nosotros, que hemos nacido y nos hemos criado en tierras productoras de vides, de frutales, sabemos lo que significa inclinar la espalda hacia la tierra y al final de la dura jornada elevar la mirada al cielo, implorando que ese trabajo fructifique, que no llegue el penoso castigo que a veces la Naturaleza descarga sin piedad. Transitó muchos caminos por esta Argentina que nos contiene; y se afincó aquí, en este San Rafael del Diamante. Se hizo productora y por defender su producción, su voz se hizo señera para otros productores que no sabían cómo expresarse.
Irene Nélida Cañizares
Florista. Hay quienes, a partir de ese tiempo con las flores, alimentan y sostienen a sus hijos, miman a sus nietos y consienten a sus bisnietos… Y a nosotras, hoy, nos perfuma el alma que nos acompaña. Ella es la florista que todos los días nos alegra desde su esquina.
Marian Agüero – La Casita de Malén
La penosa pérdida de la pequeña Malén Martínez, afectada por el cáncer, fue el disparador para que su familia, principalmente su mamá y su hermano Maximiliano comenzaran a motorizar sus pasos. La dolorosa enfermedad, que nos conmueve a todos, los hizo generosos en el pensamiento y la acción. Malén ya no está, pero su presencia los guía para no dejarse vencer en las dificultades y los tropiezos. Desde su lugarcito de ángel, Malén está logrando que haya un sitio en San Rafael para contener a los pequeños que padecen esta enfermedad.
Clelia Pérez de Latorre – Francisca Vegnier
Damas de Beneficencia – Asilo Hogar Las Mercedes. El 6 de diciembre la sociedad cumplirá 106 años de vida, y en el hogar alojan actualmente 52 abuelos, y además emplea a 14 personas de servicio entre cocineras, lavanderas, mucamas y personal de mantenimiento, además de las 6 hermanas que manejan el hogar. Un trabajo más que centenario, y que habla a las claras de la inmensa generosidad de quienes, destinando su tiempo personal y dejando de lado los intereses de su familia, vienen desinteresadamente trabajando en beneficio de los abuelos que se alojan en el Hogar Las Mercedes.
Laura Girala
Para quienes reclamamos justicia, que alguien pueda ser escuchada es un honor especial. Aunque para llegar a ser atendida por la justicia haya tenido que sufrir todo el dolor de un golpe, todo el dolor del agravio, todo el dolor del desprecio, ese gesto de justicia nos reivindica a todas. Las que en silencio, con miedo, con la parálisis que cierra la garganta piensan, pero no se animan; y las que, como ella, se animan, dicen, reclaman, denuncian, y se atreven, finalmente, a exponerse para que la violencia de género no cause una víctima más. Ella, es ejemplo de valentía, de dignidad, de fortaleza.
Sandra Martínez
Militante radical. Siempre dispuesta a colaborar, a crear, a participar. A veces polemiza, y sus opiniones, serias, incisivas, alientan, persuaden y… terminan haciendo reír.
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