Tres meses se han cumplido desde que la Legislatura aprobó el presupuesto 2013, en el cual Pérez quedó autorizado a endeudarse por un total de 1.500 millones de pesos.

Trascurrido el primer trimestre del año, el ministro de Hacienda, Marcelo Costa, especificó que la Provincia aguarda «el visto bueno del Ministerio de Economía para el programa de financiamiento» y se mostró optimista, a pesar de que reconoció no saber cuándo lo van a autorizar a endeudarse.

Costa aludió a una cláusula de la ley nacional de Responsabilidad Fiscal, sancionada en 2004, según la cual todas las operaciones de endeudamiento de las provincias tienen que recibir la aprobación de Economía.

Este artículo (número 25) remite a una resolución que, en la práctica, desde los años 90, prohíbe a los estados provinciales tomar créditos con la banca privada, salvo que éstos tramiten una excepción.

El ministro de Hacienda aseguró además, a nivel puramente general, que tiene preparado «un montón de herramientas» para endeudarse, tales como créditos y financiamiento en letras y bonos.

Sin embargo, la oposición ya desconfía de la capacidad de gestión y las posibilidades objetivas de que la Provincia logre ese anhelo.

Antecedentes. Es que las complicaciones para conseguir créditos y afrontar el déficit de la Provincia, en medio de un contexto económico adverso, marcaron a Pérez en su primer año de gestión.

En 2012, Pérez logró aportes de la banca nacional y multilateral por algo más de 500 millones de pesos, cuando la Legislatura lo había autorizado a endeudarse por el triple de esa cifra.

Luego hubo gestiones y lanzamiento de licitaciones, pero la búsqueda de fondos fue infructuosa durante buena parte del año. Hasta que el gobernador, echando mano de sus vínculos políticos, consiguió finalmente un crédito por una suma cercana a los 300 millones de pesos del Banco Macro, que es cercano al kirchnerismo. También hubo algo de dinero del Banco Nación, aunque menos de lo que el mandatario justicialista esperaba obtener.

A falta de una ayuda en efectivo de los bancos, Pérez tuvo que apostar al ahorro y el brusco recorte de la obra pública para mantener a flote las cuentas. Aunque terminó el año con un saldo positivo: aseguró que logró reducir el déficit que había dejado su predecesor, Celso Jaque, el cual cifró en 700 millones de pesos.

Nuevo año. La mala performance financiera de 2012 transformó en dura la puja para que Pérez recibiera un nuevo permiso de la oposición este año. Se llegó a calcular en 4.000 millones el pedido de endeudamiento para 2013, cifra que se achicó en las negociaciones con la oposición, otra vez, a 1.500 millones.

Así las cosas, la autorización vigente está compuesta por 400 millones de pesos del saldo del endeudamiento 2012, más 860 millones para el pago de deudas e intereses y 250 millones para la emisión de letras que la Provincia deberá cancelar en el trascurso del mismo ejercicio.

Costa sostuvo este miércoles que las perspectivas para poder usar esa autorización «son mejores» que las del año pasado, pero en el radicalismo ya dudan que el Gobierno esté haciendo adecuadamente los deberes para tener chances.

En el partido opositor cree que Pérez ya debería haber lanzado la licitación de un bono o un crédito para estar preparado en el caso de que la Nación lo autorice a endeudarse.

Y ese permiso nacional, dicen, es vidrioso, por las restricciones del Ministerio de Economía respecto del endeudamiento. Como ejemplo ponen que, la semana pasada, Economía le frenó a la provincia de Buenos Aires la emisión de una letra por 6.000 millones de pesos, condenando a Daniel Scioli, según algunas lecturas periodísticas, a aplicar un ajuste fuerte en las cuentas públicas.

Por: Juan Carlos Albornoz juan.albornoz@elsol.com.ar