San Rafael, Mendoza 23 de noviembre de 2024

Impunidad, y un abusador suelto

Carlos_Giménez_Rivero Una joven sanrafaelina denunció primero en la Justicia y luego públicamente haber sido atacada sexualmente el jueves 29 de enero pasado por un hombre de 34 años llamado Carlos Giménez Rivero alias “el moco”. Ya está libre.

 Noelia Manfre tiene 29 años. Aquel día cerca de las 19.30 iba caminando rumbo a su casa por calle Sobremonte frente a la escuela San Martín, cuando (según consta en la denuncia policial) “observa a un individuo alto, delgado de un metro setenta y cinco de estatura aproximada, de tez blanca, cabello marrón claro, dientes sobresalientes y grandes”, sobre una moto de 110 c.c. color blanca simulando tocar un timbre. Si bien lo conocía de vista porque ya la había hostigado en otras oportunidades, después pudo comprobar que su nombre es Carlos Giménez Rivero (foto interna) y que tiene 34 años. Es conocido como “el moco” y cuida autos frente a FGH (en Av. Sarmiento y Av. 9 de julio).

 Noelia decidió en ese momento cambiarse de vereda pero el hombre se le abalanzó en la moto y la manoseó en los glúteos e intentó quitarle la cartera aunque no pudo hacerlo ya que ella forcejeó y huyó. El agresor zigzagueó y se marchó pero más tarde la encontró con intenciones de volver a acosarla. Sin embargo ella pidió auxilio a un muchacho que corría de manera deportiva por el lugar, quien se quedó con ella y la acompañó algunas cuadras.

 La mujer continuó su camino pero una vez más, Giménez (que seguía buscándola) dio con ella. Ya que esta vez fue solo a media cuadra de su casa, ella corrió y alcanzó a entrar a la misma, con la desventaja de que ahora el delincuente conocía cuál era su domicilio, haciéndoselo saber a los gritos de manera amenazante desde la vereda. Ella llamó a su marido por teléfono, quien rápidamente llegó a lugar y partió con ella en un auto en busca del abusador. Tras no conseguirlo, decidieron radicar la denuncia en Comisaría 32°.

 Cuando volvieron a su casa, encontraron que la misma había sido violentada y que les habían robado varias pertenencias, entre ellas una notebook, máquinas de tatuar, una valija y ropa interior de Noelia, por lo que intuyen que el ladrón fue el mismo delincuente.

 La víctima reconoció el trabajo del personal policial de la Comisaría 32° y del policía Marcelo López de la Dirección de Inteligencia Criminal, quien al otro día (30 de enero) dio con el paradero de Giménez. Fue llevado a las instalaciones de la Brigada donde más tarde fue reconocido por Manfre a través de fotos. Cabe aclarar que este delincuente tiene antecedentes por robos en dos oportunidades.

 La causa quedó a cargo del juez del Tercer Juzgado de Instrucción Gabriel Ravagnani, pero después pasó a la jueza Paula Arana del Primer Juzgado de Instrucción, quien volvió a citar a Noelia para tomarle nuevamente declaración.

 Según explicó la mujer, su agresor quedó en libertad tras presentar ante la Justicia un certificado que lo cataloga como “insano”. Sin embargo, lo que no se explica es –de ser así- por qué no está detenido en una institución psiquiátrica.

 Desde aquel día, Noelia tiene miedo, vive con miedo (y con razón). Su agresor está libre gracias a una Justicia de muy dudosa eficacia. Ha sido mucho más apoyada por otras víctimas de este hombre y por personas que se solidarizaron a través de las redes sociales, que por un Estado que una vez más, demuestra estar ausente.

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