Lo afirmó el titular del Centro de Estudios Nelson Mandela, Rolando Núñez, en InfobaeTV. «La pobreza estructural del norte argentino no mejoró nada y la pobreza de ingreso se vio deteriorada por efectos de la inflación. Estas muertes no son aisladas»
Rolando Núñez, titular del Centro de Estudios Nelson Mandela (CENM), es tal vez una de las personas que más sabe sobre el problema de la desnutrición en el país. Además de ser un un conocedor de las comunidades indígenas que habitan en el Impenetrable chaqueño, expone como pocos sobre este flagelo en todo el norte argentino. A propósito de la muerte de cuatro niños salteños por esta enfermedad, el experto dialogó con InfobaeTV y reveló la grave situación que se vive en esa parte del país.
«No son fallecimientos aislados por una razón técnica muy concreta. Todo el norte argentino tiene tres endemias: la tuberculosis, el mal de chagas y la desnutrición. Estos fallecimientos son representativos y sistémicos porque se producen en áreas endémicas», aclaró Núñez. Dijo que esta enfermedad «está vigente desde hace muchas décadas y es el resultado de las fallas de los planes sociales y sanitarios. «¿Quién es el padre de estos fallecimientos? Es la injusticia social. Es la incorrecta distribución del os ingresos. Es la concentración de la riqueza en pocas manos», criticó.
El titular del CENM explicó que en el Noroeste y Noreste argentino hay dos tipos de pobreza que son las causas de estas endemias: la pobreza estructural y la pobreza de ingresos. «Los desenlaces fatales de niños y madres se han producido por los efectos de la hiperinflación, en la perdida de la capacidad adquisitiva de los ingresos de los más excluidos del norte argentino. La mayoría de esta población no tiene trabajo estable. No tiene obra social, es población sobrante y se la sostiene con muy bajos ingresos. Se la mantiene con una dieta monocarbonada. Con fideos, arroz y poca carne. Son los nuevos «petisos» de la pobreza. Han bajado de talle. No tiene ingresos que le garanticen la ingesta de calcio ni de proteína», explicó.
Sobre esta población, dijo que tienen problemas de aprendizaje. «Es lo que decimos y que cuesta aceptar, pero son población sobrante. Esto explica la multiplicación de enfermedades evitables y muertes prematuras que se producen por causas evitables. Esta población está inclinada a morirse prematuramente. Estas endemias son un desastre humanitario», remarcó.
En Salta -dijo- las últimas muertes de los menores «muestran una causa que muestra una profundización de la desnutrición en todo el norte argentino». «Hay que replanificar y reprogramar las acciones de los ministerios de Desarrollo Social (provincial y nacional) para revertir en los próximos 20 años esta situación», aconsejó. «Se necesita una solución política para cambiar y establecer metas precisas con controles y con inversión. Lo que incurre es que esta situación es extrema que no puede esperar una solución integral en el plano político y en el plano institucional», agregó.
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