Con la intención de que los supermercados no suban los precios el Gobierno promovió la creación de la SúperCard, tarjeta de crédito que se podrá utilizar en las principales cadenas de supermercados. Atrás quedó la idea de que sea el Banco Nación la entidad emisora optando por la constitución de una sociedad conformada por las cadenas de comercialización. También se descartó, por ahora, que la Súper Card sea la única tarjeta para comprar en los supermercados.
«El consumo se iba a frenar más aún»,confesaban en voz baja en los pasillos de Economía. Y, este temor está fundado en estadísticas oficiales. El Indec informó que la facturación en febrero fue un 3,7% por debajo de enero y, esta disminución no fue producto del congelamiento de precios ya, que según el organismo estadístico, hubo un aumento de precios del 0,6 por ciento.
La promesa es que la tarjeta esté disponible al público a partir del primero de abril pero y, dado los feriados por Semana Santa, es probable que se postergue. En tanto, en el sector financiero sostienen que la SúperCard demoraría aun más.
Los supermercadistas admitieron que deben conformar una sociedad para la administración, fondeo y emisión del nuevo plástico. Casi la mayoría de los establecimientos serán parte del sistema: Carrefour, Jumbo, Disco, Vea, Coto, La Anónima, Wall Mart, Libertad, Día y la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca.
Jorge Vasco Martínez, director de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) aceptó que «todavía no está definido qué tipo de sociedad» que van a armar las grandes cadenas para que administre el nuevo instrumento de compra. El financiamiento de la tarjeta estaría sustentado en un fideicomiso constituido por recursos de las carteras de las compañías aseguradoras, dijeron fuentes del supermercadismo al término de la reunión en la Secretaría de Comercio.
Para acelerar su implementación se definió que comenzara de manera «virtual». Para acceder a este nuevo plástico se requerirá el DNI del consumidor, un servicio público a nombre del consumidor y un recibo de sueldo.
El sistema virtual consistirá que cuando llegue el momento de pagar con la sola invocación del número de su DNI se acreditará el consumo hasta tanto se emita el plástico. Por su parte, aquellos que cuenten con tarjetas emitidas por las cadenas, estas servirán como hasta ahora hasta ser reemplazadas por las nuevas.
La Súper Card permitirá gastos hasta 3.000 pesos por mes y un límite de crédito 1.000 pesos en caso de efectuar un pago mínimo y financiar el resto tendrá una tasa de interés del 22%. Es sabido, que las tarjetas de crédito tradicionales como asimismo las actuales de los supermercados cobran tasas superiores al 60% para financiar estos gastos.
Aun queda por saber si este monto de $3.000 podrá ser mayor en función de los ingresos de cada solicitante sino, difícilmente incluso los propios hipermercados, vayan a querer prescindir de ofrecer la utilización de las otras tarjetas.
De hecho la Supercard convivirá con tarjetas de crédito y débito de los bancos. Sin embargo, esto puede cambiar. «Las tarjetas van a ser excluyentes y exclusivas si los bancos no bajan el monto que les cobran a los supermercados», amenazó Colombo.
La intención oficial es lograr que la SuperCard sea utilizada en los supermercados chinos, regionales, cadenas de electrodomésticos también se adhieran a esta medida. Apunta principalmente a las necesidades de sectores más bajos, que actualmente no están bancarizados, comentan fuentes oficiales.
El Gobierno quiere que la implementación de la tarjeta se traduzca en baja de precios de los productos que vende los comercios, aunque especialistas en el sector temen que esta tarjeta solo beneficiará a las cadenas que deberán pagar menos comisión por contar con un plástico.
«Esta rebaja en sus costos no necesariamente se trasladará a una disminución de precios», explica un experto en el sector, «servirá para el mantener congelados algunos precios sea menos ruinoso para la rentabilidad del negocio».
Se descuenta además, que finalmente los bancos le acercarán a Moreno una propuesta de baja de interés que podrá ubicarse en torno al 1%. En el sector financiero saben que de no hacerlo pueden llegar a perder uno de los negocios más rentables
Así, las grandes cadenas obtendrán una importante rebaja que les permitirá afrontar con más soltura el frenar algunos precios, explican.
Cabe señalar que los supermercadistas admitieron que el congelamiento de precios sigue hasta fin de Mayo aunque «quien sabe si tiene fecha final» se lamentan los productores. De todas maneras, los consumidores no tienen una referencia respecto cual fue el precio en febrero para saber si estos se mantienen congelados hasta fin de mayo.
La intención oficial es que los precios no se muevan especialmente en momentos que se están llevando a cabo las negociaciones paritarias. Como suele decir el dirigente camionero Hugo Moyano, que los dirigentes sindicales «nos basamos en los precios del changuito para discutir paritarias» la apuesta es que estos precios no se muevan así poder lograr que los aumentos salariales no superen el 25%.
El esfuerzo para que la inflación no se acelere recaerá en las espaldas de los empresarios. Así, lo dijo la semana pasada, la presidente Cristina de Kirchner cuando dijo «tenemos que entender, de una buena vez por todas, que la rentabilidad se da por volumen y no por bajar producción y aumentar precios para apropiarse de la rentabilidad».
La jefa de Estado está convencida que las medidas que está tomando su gobierno son correctas. Aseguro que a partir de la aplicación de este acuerdo de precios, los supermercados eliminaron las ofertas especiales que solían hacer sobre determinados productos; disminuyeron muy fuerte los gastos de publicidad y aumentaron en ventas». El resultado contó fue que (al menos una cadena) registró «un aumento significativo de rentabilidad», concluyó.
Por: Liliana Franco
ámbito.com
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