“Desde la tarde de hoy (por ayer), la señora presidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner, presenta un cuadro febril infeccioso. Debido a ello se decidió su internación en el sanatorio Otamendi para estudio y tratamiento”, señaló un comunicado firmado por los doctores Marcelo Ballesteros y Ricardo Solla.

A mediado de octubre pasado, la jefa de Estado postergó un acto programado para cumplir con dos días de reposo debido a un cuadro de faringitis.

Además, a raíz de la faringitis, Cristina postergó en aquella oportunidad un control médico que se iba a hacer al cumplirse un año de la intervención quirúrgica a la que fue sometida por un hematoma subdural que se le formó por un golpe en la cabeza.

La presidenta fue operada el 8 de octubre del año pasado y se mantuvo en reposo por algo más de un mes.

A principios de julio pasado, por una faringolaringitis suspendió un acto junto al ministro del Interior, Florencio Randazzo, y un viaje oficial a Paraguay.

En enero último se atendió en el Hospital Austral por un cuadro “compatible con una bursitis del trocánter izquierdo” por lo que se sometió a tratamiento kinesiológico.

Dos años antes se la había extirpado la glándula tiroides tras un diagnóstico de cáncer que finalmente resultó un “falso positivo”.
Conocer al niño K

Antes de su internación, la Presidente había manifestado la intención de conocer al niño que en una entrevista manifestó su ferviente apoyo al Gobierno y lo comparó con la juventud militante de los ‘70. Cristina destacó que el nene habló con “con pasión y convicción de sus ideas”.

La jefa de Estado elogió al niño entrevistado por la Televisión Pública durante un homenaje al fallecido ex presidente Néstor Kirchner en la ex Esma y remarcó que “por suerte ya no encuentran policías para detenerlo y llevarlo preso por hablar de política”.

A través de una nota que publicó en su web (www.cfkargentina.com) y que difundió desde su cuenta Twitter, la mandataria defendió la militancia juvenil a partir del relato de una serie de hechos ocurridos en octubre de 1974.

En la columna titulada “La edad de la militancia, de la generación diezmada, de mi hija, de Casey”, que escribió en la Quinta de Olivos, la mandataria resaltó la existencia de una “democracia en serio y a fondo” y destacó la figura de Kirchner.

Para reivindicar la militancia política juvenil, la mandataria recordó cuando su fallecido marido fue detenido en 1974 en Santa Cruz, durante la intervención federal en esa provincia, al mando del comisario Luis Margaride.

“A partir de la intervención y de la llegada de Margaride, comienzan las órdenes de detención para los miembros de la Juventud Peronista que apoyaban al gobernador constitucional (Jorge Cepernic). Néstor era uno de ellos”, señaló.

“Nunca pudieron borrarle la alegría y el optimismo. ¿Será por eso que habrá llegado a Presidente?”, se preguntó la mandataria, quien recordó que en 1974, su esposo tenía 24 años, como su hija Florencia Kirchner hoy, y “más que los 11 de Casey Wander”, el niño que expresó elogios hacia el kirchnerismo.

Al respecto, la Presidenta se quejó porque “algunos maltrataron a Casey cual Margarides contemporáneos”, pero resaltó que “por suerte ya no encuentran policías para detenerlo y llevarlo preso por hablar de política”.

“En realidad no se trata de suerte. Se trata de otra Argentina. De cambio y nuevos tiempos. De Democracia en serio y a fondo. Irreversible, como le gusta decir a algunos”, sentenció la jefa de Estado.

Al finalizar la nota, la jefa de Estado agregó una posdata en la indicó que le “gustaría conocer a Casey”.