Federer alcanzó la final de Basilea por 11° vez, la novena en forma consecutiva.

El suizo Roger Federer jugará el domingo su novena final consecutiva en el ATP 500 de Basilea, donde tendrá como rival al belga David Goffin.

El cabeza de serie número uno buscará el sexto título en su ciudad de nacimiento después de sufrir este sábado en semifinales para derrotar al croata Ivo Karlovic por 7-6 (3), 3-6 y 6-3.

«Estoy aliviado. Sabía que iba a ser un partido así», dijo el suizo, que ha ganado 12 de los 13 partidos disputados ante el croata, pero que tuvo que superar los 33 aces del gigante balcánico.

«Uno siempre se lleva una gran sensación cuando sale victorioso de un partido así», añadió Federer tras imponerse en una hora y 45 minutos de juego.

La clave del encuentro estuvo en el tercer game del último set, cuando Karlovic, octavo preclasificado, no pudo levantar una devolución a los pies para darle la opción de quebrar el saque a Federer.

El suizo logró el break gracias a una doble falta del croata propia de los nervios y ya no desaprovechó la ventaja hasta el final, cuando cerró el partido en el primero de los tres match points que tenía.

«Nunca antes había servido tan bien ante mí», dijo Federer. «Estoy impresionado con la fuerza de sus saques. No esperaba quebrar en ese tercer set. Me hizo muy feliz lograrlo», confesó.

Federer jugará el domingo su undécima final (nueve de ellas consecutivas) en Basilea, donde es el ídolo indiscutido del público.

«La racha es fantástica, pero sólo estoy centrado en ganar mañana», señaló el suizo, que tiene opciones de recuperar el número uno del mundo en la recta final de la temporada.

El rival de Federer será Goffin, séptimo cabeza de serie, que le puso freno al croata Borna Coric, de 17 años, al derrotarlo por 6-4, 3-6 y 6-3.

Número 124 del ranking, Coric hizo esta semana una estelar irrupción en el circuito al meterse en las semifinales derrotando al letón Ernests Gulbis, al kazajo Andrey Golubev y, sobre todo, al español Rafael Nadal, número tres del mundo.

Goffin jugará su tercera final desde agosto, cuando ganó su primer título ATP al imponerse en Kitzbühel. Un mes después ganó también el torneo de Metz.

«Es un gran momento para mí. Estoy jugando cada vez mejor», opinó el belga.

El torneo de Basilea, de categoría ATP 500, se juega sobre cancha dura indoor y reparte 1,92 millones de euros (2,46 millones de dólares) en premios y puntos para el ranking.

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