Con el hashtag #rooftopping, las imágenes han provocado furor en Twitter e Instagram. A pesar de que un tropezón puede ser caída, las fotos se caracterizan por capturar el momento en el que la persona mira hacia abajo o por tomar una imagen de los pies o piernas, al borde del abismo.

Reacios a dar notas, los intérpidos  fotógrafos no suelen hablar sobre el polémico hobby. La mayoría de ellos trasgreden la ley y entran a los edificios  sin permiso. El sitio Mashable logró entrevistar a un joven de 17 años, conocido en Instagram como Demidism, para que contara sus experiencia.  «Muy pocas veces estoy solo. Por lo general me gusta tener compañía por si llego a necesitar ayuda. Además, es más divertido», contó el fotógrafo.

Inspirado por los fotógrafos que utilizan el nombre Night.shift yHeavyMinds en Instragram, las fotos del joven han tenido impacto en la sociedad. «Una vez saqué una foto desde un edificio en construción en la que se veía el edificio Flatiron. A partir de ese momento, muchas personas se acercaron a sacarle fotos al edificio», recordó el joven.

El neoyorkino, que tiene más de 20.000 seguidores en su cuenta de Instgram, después de la entrevista, fue arrestado por ingresar y escalar sin permiso un edificio de Manhattan.

Todavía no está claro donde ni cómo comenzó pero los seguidores del fenómeno aseguran que la tendencia se popularizó gracias a las potentes cámaras y teléfonos inteligentes. En agosto, el sitio EBay utilizó el concepto del peligroso y polémico rooftopping para promocionar la venta de móviles.

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