El intendente de  Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, visitó una vez más San Rafael. En esta oportunidad participó de una cena en el centro de jubilados de Real del Padre, ya que junto a su equipo se ha propuesto todos los meses, viajar al sur provincial para ponerse al tanto de las inquietudes y necesidades de los vecinos.

En la reunión hubo productores y comerciantes, y trataron diversos temas relacionados con la economía regional. Al respecto afirmó que si no cambian las medidas macroeconómicas nacionales, si no se contiene la inflación, sin buenas tasas de interés para financiar proyectos, sin el combate de la oligopolización de la producción y de la comercialización, el productor siempre se verá perjudicado. “Hay competencia solo en la parte de origen del producto, entonces el precio se tira para abajo y el productor se lleva un porcentaje muy bajo de toda la cadena productiva, mientras que el comercializador y el industrial se llevan la parte más rentable”, explicó. Criticó que para intentar modificar esta realidad se tomen medidas asistencialistas, ya que se termina recurriendo siempre al Estado en busca de subsidios, que generan cada vez más deuda. “Hay que ir hacia soluciones más de fondo, porque las medidas que se toman repercuten mal en otros lugares, como en el gran Mendoza, donde a los comerciantes se les ha caído las ventas en un 12%”, señaló.

 Se refirió al “Plan poda”, asegurando que el gobierno es “manipulador”. “El gobierno todo lo quiere hacer con endeudamiento, tomando deuda que se paga seis años después, y esa toma de deuda es en general en dólares con tasas muy altas”, dijo. Si bien es consciente de que los productores necesitan ayuda, no está conforme con que todo se haga a través de la toma de deuda. “El gobierno, al hacer esa maniobra, enreda a la oposición en la solución haciéndolo corresponsable de la decisión, ya que la Constitución dice que cualquier toma de deuda requiere los dos tercios de los votos de la Legislatura”, manifestó y recordó que podrían haberse solucionado muchos problemas si el gobierno hubiera destinado fondos a fines más urgentes: “No había necesidad de hacer una villa olímpica, malgastar plata en campañas publicitarias costosísimas en el exterior para la Vendimia, o de no orientar bien fondos para salud”.

Teniendo en cuenta que es un tema candente y que iría por la gobernación de la provincia, opinó sobre la mega-minería. Señaló que cualquier actividad económica que sea lícita y que cumpla con los requisitos de las leyes, no tiene por qué trabarse. “Hay leyes y hay que hacerlas cumplir. Los mendocinos, y la gente del sur, está en contra de la minería contaminante, actividades mineras que no son llevadas a cabo mediante protocolos ambientales y además desconfía de los controles del Estado”, dijo, aunque resaltó que es un tema que hay que seguir con reserva y precaución.

 Sobre una posible reapertura de un banco mendocino estatal, Cornejo señaló que se hace muy difícil llevarlo adelante ya que para elle se requieren fondos que no se tienen, calcula que el 1% del producto bruto geográfico de Mendoza, es decir unos mil cien millones de pesos. Explicó que el Estado tiene el 92% de los recursos destinados (57% en salarios), dinero que no puede dejar de pagar. El 15% se los da a los municipios que gastan una buena parte en salarios también, por lo que el neto de salarios casi llega al 70%. Por otra parte se dan subsidios al transporte (para que el boleto no sea demasiado caro) y a la educación privada. Paga también la amortización de capital e intereses de deudas contraídas en los últimos años. Además tiene otros gastos como la compra de móviles, ambulancias, y demás gastos corrientes. “Parece que el banco genera dinero, pero no, al banco hay que capitalizarlo. ¿Quién no quiere tener un banco? El punto es que tenerlo, es: primero los gastos administrativos (nosotros calculamos 600 millones de pesos); dos, que la gente confíe y lleve su plata a ese lugar; tres, poder ofrecer buenas tasas de interés o la posibilidad de sacar créditos”. “Tirar la idea de un banco es más humo que otra cosa. Es para que discutamos y nada más. ¿Para qué vamos a crear un banco si después no vamos a tener plata para prestar?”, concluyó.