Con un segundo tiempo de alto vuelo, Boca inició el ciclo de Rodolfo Martín Arruabarrena con una victoria por 3 a 1 ante Vélez, que llegaba como líder con cuatro victorias en igual cantidad de encuentros -fue sobrepasado por River-. En la Bombonera, en el primer encuentro tras la salida de Carlos Bianchi, el local lo dio vuelta con goles de Daniel Díaz, César Meli y Andrés Chávez luego de que los de Flores se pusieran en ventaja en el cierre de la primera mitad con un golazo de Jorge Correa.

Boca mostró de entrada una cara renovada: agresivo y prolijo.Y al toque el local avisó: primero a los dos minutos con un disparo de media distancia de Meli que se fue muy cerca. Y treinta segundos después cuando Calleri superó a Sosa y Cardozo salvó de cabeza sobre la línea.

El arranque intenso de Boca se diluyó con el correr del primer tiempo, aunque Vélez no inquietó el arco de Orion hasta los 40 minutos, cuando Pratto habilitó a Cabral, pero el arquero tapó antes de recibir la falta del rival. El dueño de casa había tenido otra a los 33 minutos cuando Colazo, sólido en el fondo, exigió a Sosa con un zurdazo desde afuera. Sin embargo, cuando ya iban 45 minutos de la mitad inicial, Correa apareció por izquierda y, con espacio, sacó un zurdazo que se clavó en el ángulo de Orion.

En el inicio de la segunda mitad otra vez Boca avisó: Sosa evitó un gol en contra de Cubero al minuto y a los 5 un tiro de Gago se fue muy cerca. El empate, de todas formas, llegó tras una pelota parada: Díaz se desmarcó y metió un cabezazo que dejó parado al arquero antes de inflar la red.

El equipo de Arruabarrena siguió su búsqueda e inquietó con un cabezazo de Calleri que Sosa sacó muy bien. Pero a los 16, el arquero despejó un centro al medio y Meli llegó a la carrera para desnivelar y dar vuelta la historia en la Bombonera.

Vélez se adelantó un poco pero sin generar ocasiones de riesgo. Y sobre los 45 minutos, con uno menos por la expulsión de Castellani (había ingresado hacía menos de cinco minutos), Boca lo liquidó en un contragolpe liderado por Gigliotti, quien habilitó a Chávez para que el ex Banfield liquidara el partido con un fortísimo remate.