TERMAS DE RÍO HONDO.- «Gravemente declinante». Con estas palabras definió ayer el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Osvaldo Cornide, la situación que atraviesan las pymes y el comercio en el país. Aunque calificó de «positivas» las medidas anunciadas anteayer por el Gobierno para subsidiar el empleo y evitar despidos en las empresas, consideró que si no se incrementa la actividad, el sector seguirá en caída.     

En el marco del XIII Foro Internacional de Ciudad, Comercio y Turismo desarrollado en esta ciudad santiagueña, el dirigente señaló que «es indispensable que la Argentina llegue a un acuerdo con los fondos buitre para evitar un aislamiento financiero», que agravaría la situación y «podría traer problemas con las importaciones».

En el encuentro que reunió a más de 1500 pequeños empresarios, inaugurado anteayer por la gobernadora de la provincia, Claudia Ledesma Abdala de Zamora, y el ministro de Turismo, Enrique Meyer, Cornide destacó sobre el escenario el crecimiento en esa área desde 2003. Y subrayó en un encuentro con periodistas el «preocupante» estado de las pequeñas empresas en los días que corren, como consecuencia de la baja de la actividad y del consumo.

«La actividad de las pymes es gravemente declinante; hace siete meses que cae respecto del año pasado y hay problemas en la cadena de pagos», afirmó. En este contexto, también se refirió a la presión impositiva: «Es tremenda; la más alta de la historia», dijo Cornide. En otro pasaje, sumó adjetivos: «Es inédita e inaudita. Con esta presión impositiva, las últimas cifras de recaudación deflactadas muestran que el Estado está recaudando menos, porque agota la base imponible».

De acuerdo con el presidente de CAME, las dificultades están afectando el empleo. «Se han cortado las horas extras y no se toma personal nuevo», indicó. Aunque no hubo estimaciones en cifras, Cornide reconoció un descenso de los puestos de trabajo en el sector: «No hay despidos masivos, pero no se repone el personal».

Cornide, de buen vínculo con el Gobierno, ha emitido últimamente gestos de distanciamiento al reunirse hace poco con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa. También prevé encontrarse pronto con el candidato de Pro a la presidencia y jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.

SUBA EN GANANCIAS

En vistas a esta situación que se extiende a todo el mercado laboral, la Presidenta anunció anteayer, como parte de un paquete de medidas económicas, la suba del monto por empleado y la extensión de los subsidios a empresas en situación de crisis, para mantener al personal. «Si se implementa bien, creo que es positivo», dijo Cornide, que, con cierto escepticismo, condicionó el impacto de la medida a la recuperación de la actividad.

En ese sentido, propuso, entre otras medidas, una suba en el piso de Ganancias (al que denominó «un impuesto al trabajo»), que podría beneficiar el consumo. También bregó por la eliminación de las retenciones a todas las economías regionales y reintegros a las pymes exportadoras.

Anteayer, Cristina Kirchner hizo un llamado a los trabajadores a consumir, en lugar de atesorar dólares, porque de lo contrario «su empleo podría verse afectado en el mediano plazo». Pero justamente el panorama laboral incierto, sumado a la inflación, es lo que achica cada vez más las compras. Según los relevamientos de CAME, las ventas minoristas cayeron, en promedio, 7,4% entre enero y julio, en unidades. «En las calles y avenidas donde antes había lista de espera, ahora hay locales vacíos. Y lo mismo pasa con los galpones en la industria», graficó Cornide, que ató la posibilidad de repunte al conflicto con la justicia de Nueva York y los fondos buitre: «Si no hay una solución rápida en lo internacional que estimule el ánimo general y atraiga inversiones, lamentablemente va a continuar la caída de las ventas y, como consecuencia, el cierre de locales».

Fabián Tarrío, secretario de Hacienda de CAME, ahondó sobre las complicaciones que las subas de precios imponen a los comerciantes. «La inflación come los bolsillos de los empleados, y a los comerciantes no le permite trasladarlo a los precios por la baja de ventas, lo que hace perder rentabilidad». La consecuencia, ratificó Vicente Lourenzo, secretario de prensa de la entidad, es «un aumento en la proyección de cierres de locales».

La vacancia se da en algunas zonas de la ciudad, sobre todo en los locales de menos metros cuadrados de las calles que circundan a las avenidas más importantes, estimó Lourenzo.

Por Luján Scarpinelli  | LA NACION