Este viernes en la plaza San Martín hubo actividades de concientización sobre el espectro autista, un tipo de Trastorno Generalizado del Desarrollo del que la sociedad tiene poco conocimiento.
El autismo es un espectro de trastornos caracterizados por un déficit del desarrollo, permanente y profundo. Afecta la socialización, la comunicación, la imaginación, la planificación y la reciprocidad emocional, y se evidencia mediante conductas repetitivas o inusuales.
Los síntomas son la falta de interacción social (muestran dificultad para relacionarse con otros niños de la misma edad, poco o nulo contacto visual, evitan el contacto físico, no responden al ser llamados por su nombre ni al lenguaje y si lo tienen presenta alteraciones), las estereotipias (movimientos repetitivos), poca tolerancia a la frustración, risas o llantos sin motivo aparente, presentan hiperactividad o son muy pasivos, no hay juego simbólico, carecen de juego creativo. La mayoría de estos síntomas pueden aparecer al año y medio de edad, comenzando con retrocesos en el desarrollo del niño.
Con la sola intención de brindar información a la población, miembros de la Fundación Miradas y de la Dirección de Educación del Municipio estuvieron en la plaza San Martín entregando folletería y dialogando sobre la temática con los transeúntes.
“Este es un tema que no solo nos tiene que hacer reflexionar sino también ponernos a trabajar. Hablar de autismo es hablar de una realidad que afecta a muchos niños y a muchas familias”, dijo María Nelly Boiffier, presidente de dicha fundación, proveniente de Mendoza.
La falta de conocimiento hace que se haga difícil realizar la detección temprana de la presencia de autismo en los niños y el diagnóstico recién se realiza cuando alcanzan mayor edad, perdiéndose tiempo valioso. Se apela a la neuro-plasticidad cerebral, y cuando el niño más tempranamente ingrese a un tratamiento interdisciplinario, mejor va a ser su capacidad de luchar contra los síntomas enmarcados en el espectro autista.
En medio de múltiples conflictos con OSEP y otras obras sociales, le consultamos a Boiuffier sobre la situación que viven los padres y familiares de chicos autistas. “Cuando uno habla de intervención y tratamiento, quizás la cobertura de las disciplinas tradicionales (fonoaudiología, psicología, terapia ocupacional) puede ser comprendido dentro del tratamiento interdisciplinario. Lo que todavía les cuesta a las obras sociales y es una gran lucha que tienen los papas, es el acompañante terapéutico, el docente de apoyo dentro del aula. No se cuenta desde el Estado con los recursos para una correcta integración escolar y las obras sociales tampoco son abiertas ya que está la disputa de si la integración escolar le corresponde al Sistema de Salud o al Sistema de Educación”, explicó.
Sé el primero en comentar en «Hablemos de autismo»