Mientras los fan fanáticos del whisky disfrutan de este famoso licor, científicos de la Universidad Napier de Edimburgo descubrieron que a partir de los desechos o sobras reconvertidas de la bebida, es posible elaborar un combustible, el biobutanol.

Después de siete años de trabajo en conjunto con la destilería Tullibardine descubrieron que las sobras son una fuente de energía cuando se les somete a un proceso de fermentación conocido como ABE (usando bacterias) que permiten convertirlas en un biocombustible.

“El whisky se obtiene tan sólo con el 10% de todo lo que hace falta para producirlo», recuerda el profesor Martín Tangne. “El licor será siempre el oro más preciado, pero ha llegado la hora de pensar en qué hacemos con el restante 90% de subproductos que hasta ahora se comía el ganado o salía por la puerta de atrás de las destilerías”, dijo el profesional en una nota publicada por el diario El Mundo de España.

Entre residuos sólidos y líquidos suman más de 2.100.000 toneladas, subproductos que en el corto plazo podrían comenzar a tener un nuevo uso, porque anteriormente eran utilizados como alimento para ganado o eliminados como basura.

Por ahora, el proyecto para conseguir el biocombustible necesita de unos 25 millones de euros para comenzar a convertirse en realidad, pero por ahora la planta piloto de 1,5 millones de euros está en pleno proceso para demostrar que es posible producir el biobutanol.

“Se trata se trata de un biocombustible con un poder calorífico superior, casi equivalente al de la gasolina. Se podría usar además en motores diésel y de gasolina sin necesidad de modificarlos”, dice el profesor Tangney. Por ahora siguen las pruebas, pero en el corto plazo se esperan resultados y avanzar en un camino que ya han seguido varias firmas dedicadas a la energía.

Fuente:El Mundo