Amado Boudou prestará declaración indagatoria el 15 de julio y es una fecha que el Gobierno ya tiene agendada. En principio porque el vicepresidente estará a cargo del Poder Ejecutivo por el viaje de Cristina Kirchner a Brasil, y porque esperan que no quede mal parado tras su declaración indagatoria en la causa Ciccone. En la Casa Rosada confirman que no pedirán la renuncia del segundo de la Presidenta ni que licencie su cargo. Y apuntan contra el juez Ariel Lijo: “ justo lo cita cuando está a cargo del país y la Presidenta en Brasil”, argumentó un integrante del Gabinete nacional.

La situación judicial del vice preocupa en el Gobierno por su repercusión política en un momento donde las críticas señalan a la actual gestión por la inflación, la inseguridad y sospechas de corrupción de varios funcionarios que han derivado en causas judiciales: Calos Liuzzi (el segundo de Carlos Zannini), Julio De Vido (se la reabrió una causa por enriquecimiento ilícito junto a su esposa Alessandra Miniccelli, entre otros). “Es el segundo de la Presidenta, cómo no va a complicar que la Justicia le estén encima ”, remarcó un funcionario importante.

Mientras Cristina mantiene su silencio sobre el caso, la voz oficial al respecto la tiene el jefe de Gabinete Jorge Capitanich. “No hay indicaciones fuera de eso”, confirmaron fuentes oficiales. La noticia del viernes no modificará mucho la agenda de Boudou: seguirá haciendo algunos viajes al exterior de menor relevancia, pero buscarán resguardarlo un poco frente a la prensa local.

Quienes con reserva hablan sobre la situación indican que va a permanecer ejerciendo su cargo, “nadie le va a pedir la renuncia a Amado, hay que esperar a que declare y ver qué determina la Justicia ”, señaló un ministro.

Desde el entorno del presidente del Senado aseguran que “ entregarlo es entregar el Gobierno.

Cristina nunca va a pedirle que renuncie ni pida licencia, ni nada”, explicó muy confiado un hombre cercano a Boudou. Aseguran que está “bien de ánimo” pero inquieto por la situación.

En busca de sostener su menguante imagen en Balcarce 50, Boudou no pierde oportunidad para reiterar su inocencia en cada encuentro con integrantes del Gabinete. “El no para de decir que no conoce a Vandenbroele (su presunto testaferro) e insiste en que no hizo nada fuera de sus funciones”, contó un funcionario. Boudou aclara a muchos en el Gobierno, que su relación con Cristina “está muy bien” y que hablan “siempre por teléfono”, como un aliciente en medio de las complicaciones judiciales.

Aunque esperan la resolución de la Justicia, los funcionarios coinciden en que es un tema “delicado”. Y muchos prefieren evitarlo.

Fuente: Clarín