Argentina puede soñar. Tiene motivos para hacerlo y cuenta con una cita que invita a cualquiera a volar y pensar en llegar a lo más alto del fútbol mundial. «Puede», esa es la palabra. Porque la Selección irá a Brasil sabiendo que tiene una gran posibilidad de ser campeón. Los motivos son muchos, pero si Alejandro Sabella tiene a varios de los mejores jugadores de la actualidad, ¿por qué no imaginar a Lionel Messi levantando la Copa en el Maracaná?

Que Argentina puede ser campeón, sí, puede. Que tiene con qué, también. Sabella llevará al Mundial a un equipo formado a su gusto, pero especialmente con uno que cuenta con Lionel Messi, el mejor jugador de los últimos tiempos, y con esos «monstruos» que lo van a acompañar en el frente de ataque. En ellos, en Sergio Agüero, en Gonzalo Higuaín, en Ángel Di María y por supuesto en la Pulga se apoya el sueño.

Messi tiene que despertar de la siesta que le impidió al Barcelona ganar como tan acostumbrado está en la recta final de la temporada. Desde hace cuatro años tiene a Brasil en la cabeza y en el último año lo demostró, tratando de no arriesgar su físico y trabajando cada día para llegar al Mundial de la mejor forma. El sueño de levantar la Copa está por encima de cualquier cosa en el mundo del crack.

Los tres que lo acompañarán en ataque llegan en un buen momento y también invitan a la ilusión. Di María fue de lo mejor del Real Madrid en la temporada, lo mismo que Gonzalo Higuaín con el Napoli y Agüero para un City campeón. Pero todos ellos tuvieron varios problemas físicos en los últimos meses que encendieron las alarmas por el predio de Ezeiza. Si están a punto, son una razón valiosa para el «puede».

Desde el arquero hasta la mitad del campo de juego está puesta la mirada en el trabajo del entrenador, que le dio la oportunidad a un grupo en el que él confía más que nadie. Se lo discutió a Sergio Romero, la prensa le armó la defensa miles de veces al DT, pero Sabella eligió y siempre bancó a los mismos. Algo similar pasó en el mediocampo, donde Javier Mascherano será el eje, pese a que en Barcelona juega en la cueva y muchos lo pidieron allí.

Que la base sea muy similar a la que estuvo en Sudáfrica también es un motivo para decir que Argentina puede ser campeón. Porque además cuenta con un plantel con la edad justa para afrontar un Mundial. Marcos Rojo y Lisandro López tienen 24 años y son los más jóvenes de la lista de 30 que ya presentó la AFA. Mascherano, cumpliendo 30 a días del debut, será el más «viejo» de los titulares. Un equilibrio justo, con un promedio de edad casi inmejorable.

Pero uno de los principales fundamentos que tiene la Selección a la hora de soñar llegó de la mano del sorteo del Mundial. Argentina quería caer en el Grupo F para tener los tres partidos cerca y así fue. No quería chocar con grandes potencias en el arranque y las bolillas le dieron la razón. Tendrá en Bosnia, Irán y Nigeria una zona súper accesible. Y si avanza, antes de semifinales puede enfrentarse con Suiza, Francia o Ecuador en octavos y con Portugal o Bélgica en cuartos, pero todos con un evidente nivel inferior al de la Selección. También está Alemania dando vueltas por ahí, pero la sombra de los últimos dos torneos quedaría fuera del mapa si se lleva el Grupo G.

Si llega hasta ahí, una vez entre los cuatro mejores, cualquiera será un rival de cuidado y de un nivel similar al de Argentina. Todo puede pasar. Pero aún Brasil, el gran candidato a ganar el título en casa, le teme a nuestra Selección. No quieren otro Maracanazo y mucho menos contra el rival de toda su vida. La pesadilla de Pelé y compañía es ver a Messi levantar la Copa en 2014.

Motivos sobran. Argentina puede y quiere. En un país donde no abundan los grises, especialmente en el fútbol, el sueño está a días de concretarse o de quedar nuevamente como una frustración, como desde hace más de 20 años. Entre junio y julio se sabrá.

Fuente: Clarín