Un equipo de más de 90 profesionales desarrolló una vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón que ya está disponible al público y permite a los pacientes mejorar su calidad de vida y convivir con la enfermedad sin padecer efectos secundarios.
El cáncer de pulmón provoca cerca de mil trecientos millones de muertes al año en todo el mundo. En Argentina, casi nueve mil personas mueren anualmente como consecuencia de la enfermedad, lo que representa una mortalidad del 86% de los afectados, según datos del Instituto Nacional del Cáncer.
En este contexto la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a través del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FonCyT) otorgó un financiamiento de $6.125.960 a un consorcio público privado para el desarrollo de una vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón que induce al organismo a responder inmunológicamente contra las células tumorales.
El fármaco, llamado Racotumomab, se administra con una inyección intradérmica y logra romper la tolerancia del sistema inmunológico y despertar defensas del propio paciente contra las células cancerosas. Si bien el tratamiento no previene la enfermedad y no asegura una cura definitiva, puede prolongar la sobrevida en casos avanzados y triplicar el porcentaje de pacientes que, luego de la aplicación de la vacuna, viven dos años más de lo previsto por los diagnósticos clínicos tradicionales.
Silvia Gold, directora del Consorcio de Investigación, Desarrollo e Innovación, explicó: “la vacuna es un producto absolutamente innovador. Se trata de una nueva clase terapéutica que además se dirige a un nuevo blanco. Hoy ofrece una alternativa a pacientes con cáncer de pulmón y tiene también un potencial a estudiar en otros tumores que presentan este blanco”.
La inmunización promueve la producción de anticuerpos y de respuesta celular contra unos antígenos denominados glicolilados presentes en la superficie de las células cancerosas, pero ausentes en los tejidos sanos. Se trata por lo tanto de una terapia biológica selectiva, que complementa a la quimioterapia y/o la radioterapia.
El consorcio científico público-privado responsable del proyecto está integrado por la Universidad Nacional de Quilmes, el Instituto de Oncología Roffo, el Hospital Garrahan, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Universidad de Buenos Aires, el Centro de Inmunología Molecular de La Habana (CIM) y el Laboratorio Elea.
“Se identificaron antígenos que sólo están presentes en la células tumorales y son biológicamente relevantes en la progresión de un cáncer metastásico. Luego, se desarrolló un producto original que induce al cuerpo a reaccionar contra estos antígenos, y por ende, ataca y controla al residuo del tumor y sus metástasis. Este descubrimiento y su caracterización en tumores humanos fueron logros del consorcio”, explicó el Dr. Daniel Alonso, director del Laboratorio de Oncología Molecular de la Universidad de Quilmes, investigador del Conicet y director científico del Consorcio de Investigación.
Tras 19 años de investigación, la comercialización de la vacuna en la Argentina la realiza el laboratorio Elea bajo el nombre de Vaxira® desde agosto de este año.
Fuente: AGENCIA MINCYT.GOB.AR
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