Investigadores del Instituto Tecnológico de Georgia y el Instituto Joint BioEnergy han modificado una bacteria para que sintetice pineno, un hidrocarburo que se produce en los árboles y que posiblemente podría llegar a reemplazar a los combustibles de alta densidad de energía, como el JP-10, en misiles y otras aplicaciones aeroespaciales. Con algunas mejoras en la eficiencia del proceso, el nuevo biocombustible podría complementar los limitados suministros del combustible JP-10 basado en el petróleo, así como facilitar el desarrollo de una nueva generación de motores más potentes.
Mediante la inserción de enzimas de los árboles en la bacteria, el autor principal del estudio y estudiante de posgrado del Instituto Tecnológico de Georgia, Stephen Sarria, bajo la dirección de la profesora ayudante Pamela Peralta-Yahya, mejoró la producción de pineno hasta seis veces con respecto a las iniciativas anteriores de bioingeniería. Aunque será necesario obtener una mejora mucho mayor antes de que los dímeros de pineno puedan competir con el JP-10 basado en el petróleo, los científicos creen que han identificado los principales obstáculos que hay que superar para alcanzar ese objetivo.
La investigación se publicó el 27 de febrero de 2014 en la revista ACS Synthetic Biology.
Los combustibles con alta densidad de energía son importantes en aplicaciones en las que es importante minimizar el peso del combustible. Tanto la gasolina que se utiliza en los automóviles como el diésel que se utiliza principalmente en camiones contienen menos energía por litro que el JP-10. La disposición molecular del JP-10, que incluye múltiples anillos de átomos de carbono, es la responsable de su mayor densidad de energía.
La cantidad de JP-10 que se puede extraer de cada barril de petróleo es limitada, de ahí que su precio ascienda a cerca de 6,58 dólares por litro.
Para que el pineno pueda competir con el JP-10, los investigadores tendrán que aumentar su producción hasta 26 veces. Según Peralta-Yahya, eso está dentro del rango de posibilidades de la bioingeniería de la bacteria E. coli.
Teóricamente, se puede producir pineno a un coste inferior que el de las fuentes de energía basadas en petróleo. Si se puede hacer -y si el biocombustible resultante funciona bien en estas aplicaciones-, eso podría abrir la puerta al desarrollo de motores más ligeros y más potentes, impulsados por mayores suministros de combustibles de alta densidad de energía. Los dímeros de pineno, que se obtienen a partir de la dimerización del pineno, ya han demostrado tener una densidad de energía similar a la del JP-10.
Fuente: http://www.sciencedaily.com/releases/2014/03/140326160929.htm
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