Se trata frutas, verduras, queso y yerba principalmente; cuando no hay stock de las alternativas económicas, los sustitutos más similares cuestan mucho más debido a la presión inflacionaria sobre artículos por fuera del acuerdo de precios
En el último mes se amplió la diferencia de valor entre los alimentos frescos incluidos en el acuerdo Precios Cuidados y lo que no lo están. Esto tiene más incidencia en los artículos más demandados de la canasta familiar: la falta de stock en productos básicos de la nómina de la campaña gubernamental pueden hacer que su alternativa disponible más económica cueste hasta casi el triple.
Las frutas, hortalizas, queso cremoso y yerba son los casos con mayor dispersión de precios, según visualizó LA NACION en doce relevamientos en seis supermercados que realizó en los meses de febrero y marzo.
Las comparaciones se realizaron entre alimentos de Precios Cuidados y su sustituto más próximo en presentación y precio. Las mayores diferencias se observan en frutas y verduras:
Lechuga criolla: el precio del acuerdo es $11 por kilo. Cuando esta oferta no se encuentra disponible se comercializa entre a no menos de $30, un valor similar al que se consigue en locales no adheridos. La diferencia mínima es de 172%.
- Papa: Se pactó a $5,1 en la campaña. Cuando no está en stock, la variedad más económica se ubica en un mínimo de $7 y un máximo de $10. La brecha oscila entre 37,2 y 96%.
- Manzana roja: El precio del kilo se acordó en $11,15. Si bien hasta el momento ha estado presente en la mayoría de los supermercados adheridos, ante su ausencia de stock la línea comercial no está a menos de $17. Diferencia del 52,4%.
- Batata: Este producto tiene alta presencia en las cadenas adheridas a un precio de $6,99 por kilo. Sin embargo, cuando no está disponible y en tiendas que no suscriben se paga $8. El margen es del 14,4%.
El acuerdo empezó en enero y se plantearon revisiones mensuales para los productos frescos, que nunca se hicieron. Los precios se mantienen congelados y amplían la brecha con los no regulados.
El acuerdo empezó el 6 de enero y, si bien se plantearon revisiones de costos mensuales para los frescos, estas jamás se hicieron. Ahora se negocia actualizar los valores a partir del 1 de abril para evitar que la diferencia de precios agudice problemas de abastecimiento.
Los productos frescos sufren alteraciones permanentes de valor por cuestiones de estacionalidad. Sin embargo, si no se actualizan los valores acordados virtualmente se «congela» el bien, lo cual suele incentivar problemas de abastecimiento. Sin embargo, en los últimos dos meses los productos aquí expuestos no sufrieron oscilaciones tan significativas como la brecha entre el precio acordado y el libre.
En queso y yerba, la distancia entre la oferta económica de Precios Cuidados y su más próximo en valor todavía es mayor:
Queso cremoso: El artículo se pactó a $47 por kilo y, cuando no se encuentra en stock, equivalente más próximo se vende a no menos del $62, mismo valor que en locales que no adhieren a Precios Cuidados. La brecha no baja del 32%.
- Yerba: El acuerdo pactó a la marca «Amanda» a $27 por kilo como alternativa económica. Es producto por lo general se encuentra racionado o directamente sin stock (este mes no se encontró en cuatro de los cinco supermercados visitados que adhieren) y sus sustitutos en góndola más próximos en valor van de $31 a $35. La brecha va del 14,8 a 29,6%.
Canasta Alimentaria LA NACION. La misma se compone de 29 artículos de primera necesidad que se ponderan en función de la última canasta alimentaria mínima informada por el Indec. El relevamiento es mensual y periódico.
INFLACIÓN Y POLÍTICA DE PRIMER PRECIO
En los dos primeros meses del año, los alimentos y bebidas tuvieron una inflación del 7,3%. Así al mantenerse virtualmente congelado el valor de los ítems de Precios Cuidados, la brecha de amplía más con el resto de la oferta. Por otra parte, además de la estacionalidad propia de los frescos, también incide la política de precios de los supermercados.
El economista Ariel Baños, especialista en pricing y fundador de fijaciondeprecios.com , explica que usualmente las grandes cadenas minoristas trabajan con la política de «primer precio». Se trata de «cuando una marca ocupa el rol de ‘más económica’ y las restantes apuntan a los segmentos medios y premium de la oferta», explica.
En cada tipo de productos, los supermercados suelen utilizar a una marca como la más económica y las restantes apuntan a los segmentos medios y premium
Así si hubiera faltantes del «primer precio», sea de Precios Cuidados o no, se notará una importante diferencia respecto a las restantes marcas.
Mes a mes, el avance de la inflación hará que la brecha se abra más entre los artículos acordados y los libres. Los productos de Precios Cuidados representan una fracción pequeña de las ventas de los supermercados y de los proveedores, por lo que podrían resistir los precios sin cambios algo más de tiempo, siempre y cuando se les permita ajustar el precio en el resto.
Para Baños «resulta lógico que a medida que transcurren los meses, si hay falta de stock de productos de Precios Cuidados el consumidor se encuentre que el sustituto registra una gran variación. Esto se debe al efecto inflacionario que sigue impactando en los no regulados».
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