MENDOZA.- Sandra Jaquelina Vargas, más conocida como «la Yaqui» , presunta jefa de una banda de narcotraficantes que aterroriza a Mendoza, fue detenida ayer en una casa en la provincia de San Luis.

La mujer, de 37 años, fue acusada de tentativa de homicidio en perjuicio de una mujer de 74 años, que fue baleada al quedar en medio de un tiroteo en el que fue asesinado Cristian Gelvez, esposo de la supuesta jefa narco.

La situación de Sandra Vargas, sobre quien aún no pesa acusación alguna por narcotráfico, podría complicarse de comprobarse que, además, habría sido la instigadora del homicidio, en febrero pasado, de Andrés Arce, a quien consideraba autor de los disparos que terminaron con la vida de su esposo.

Junto con «la Yaqui», también sospechada de ser la jefa de un ejército de sicarios adolescentes conocidos como los «Angelitos», fueron detenidas otras tres personas, entre ellas, la mayor de sus hijas. 

Tras una serie de allanamientos simultáneos realizados en la localidad de Juana Koslay, en San Luis, y en el departamento de Godoy Cruz, en Mendoza, la supuesta líder narco fue detenida en la zona residencial de la localidad puntana de Cuchi Corral, donde posee propiedades, entre ellas, estancias.

Fue en ese lugar, en febrero último, donde «la Yaqui» habría mantenido una reunión con sus «Angelitos» para pedir la cabeza de los periodistas del diario El Sol que la investigaban desde hacía dos años.

La detención de la supuesta líder narco se dio en el marco de una causa investigada por el fiscal de Godoy Cruz, Juan Carlos Alessandra, quien la acusa de tentativa de homicidio en perjuicio de María del Carmen Sosa, de 74 años, tras la balacera que terminó con la vida de Cristian Gélvez, esposo de la supuesta líder narco. En ese episodio, el marido de «la Yaqui» y algunos soldaditos atacaron a Cristian Cuello y a Juan «Chicho» Páez, miembros de una banda rival. El primero recibió un tiro en el gemelo de la pierna derecha, mientras que el segundo logró escapar. Sin embargo, por orden de «la Yaqui», los tiros no cesaron e hirieron a la mujer de 74 años, quien resultó baleada en el tórax y tiene comprometido un pulmón.

Sandra Jaquelina Vargas, además, podría ser acusada como instigadora del homicidio de Andrés Alejandro Arce, de 31 años, ocurrido el 8 de febrero pasado.

El cadáver de Arce fue arrojado desde un vehículo en una esquina del Gran Mendoza con impactos de bala y signos de tortura: quemaduras de cigarrillos y cortes en las muñecas.

Del expediente se desprende que «la Yaqui» dio la orden de asesinar a Arce, por considerarlo el homicida de su marido.

El diario puntano La República dio a conocer un video del momento en que la mendocina es detenida en San Luis, luego de que las fuerzas de seguridad irrumpieran en el domicilio y le cortaron el paso al vehículo en el que la mujer estaba por salir junto con su hija, Silvina Gélvez, quien también quedó detenida, al igual que el hermano de «la Yaqui», Carlos Vargas, apodado «Guatón».

En Godoy Cruz, mientras tanto, en otro procedimiento, fue apresado un sobrino de la mujer: Carlos Junior Vargas.

El ministro de Seguridad mendocino, Leonardo Comperatore, dijo que Sandra Vargas no opuso resistencia al arresto -se la vio con el rostro cubierto, escoltada por policías-. El funcionario explicó que es inminente el traslado de la mujer a Mendoza, y aclaró que se está trabajando entre la justicia provincial y federal con allanamientos por varias causas «que tienen que ver con homicidios, tentativas de homicidios, muchos otros elementos, y también con tráfico de drogas».

Luego de que su nombre saltara a la tapa de los diarios, «la Yaqui» intentó limpiar su imagen asesorada por su abogado, Alejandro Acosta, subsecretario de Seguridad durante la gestión de Julio Cobos. La presunta narco dio a conocer un documento, que además presentó ante la Justicia, en el que aseguraba ser «el nuevo enemigo público de la sociedad» y que no permitiría que «esta costosa propaganda» en su contra «termine siendo una herramienta de distracción».

Sin embargo, luego vinieron intimidaciones y nuevas amenazas a policías, que se le atribuyen. Según consta en la denuncia que realizó un uniformado, «la Yaqui» pidió 100.000 pesos por su cabeza y el arma reglamentaria como trofeo. A los pocos días, el policía denunció un intento de ataque.

La detención de la mujer se produjo en medio de los serios cuestionamientos del gobernador de Mendoza, Francisco Pérez, a la Justicia por la «inacción» e «inoperancia» en el caso. Para Pérez ya había pruebas contundentes para avanzar contra la organización criminal.

Fuente: Agencias