El jefe de Gabinete se mostró ofuscado con los mendocinos Sanz y Montero ayer en el Senado. (Télam)
Una sesión muy caldeada vivió ayer el Senado durante la primera visita de Jorge Capitanich al recinto como jefe de Gabinete. El ex gobernador de Chaco habló primero durante 80 minutos. Planteó las metas gubernamentales y legislativas hasta diciembre de 2015 (incluyó la sanción del nuevo y polémico Código Penal) y defendió la política macroeconómica y su gravitación en la situación de las provincias. Luego, respondió las preguntas de los senadores, quienes dos semanas antes mandaron más de 900 requisitorias por escrito que fueron respondidas sólo parcialmente y a último momento.
La primera senadora en intervenir fue la cobista Laura Montero, quien cuestionó de lleno una de las primeras aseveraciones que hizo Capitanich en su discurso: que la devaluación -en rigor el funcionario evitó usar cuidadosamente esa palabra- favorecía a las economías regionales. Para ello, Montero planteó un escenario muy complejo para Mendoza, que contrarrestó con los buenos augurios de Capitanich.
“La vitivinicultura perdió el 27% de las exportaciones el año pasado. El resto de las actividades de Mendoza cayeron en producción y rentabilidad. Los aumentos de costos fueron del 340% y la devaluación fue 75% en los tres últimos años. No sé si pudo ver el sábado en Mendoza -durante la Fiesta de la Vendimia- que la vitivinicultura hacía reclamos en la calle pero, claro, usted estuvo en el Hyatt”, dijo Montero desafiándolo. Siguió: “El gobernador Pérez no puede cerrar su Presupuesto por la inestabilidad de las variables económicas. Pide endeudamiento y la última posibilidad fue en dólares a tres meses con amortización del 47%.
Además, le prohibieron medir la inflación, porque el Gobernador recibe órdenes de la Casa Rosada y ahora se sienta a negociar con los gremios y no puede cerrar nada. Puso en el rubro personal 15% y le piden no menos del 35%. Hoy Mendoza está paralizada. Es la primera vez que el Gobernador no puede ir al almuerzo con los bodegueros y el ministro de Agroindustria (Marcelo Barg) fue escupido por los gremios”, completó Montero.
Capitanich se mostró ofuscado. Primero preguntó a Montero de dónde sacaba sus estadísticas y le recordó que hasta 2007 fue oficialista y se pasó a la oposición cuando Julio Cobos realizó su “voto no positivo” en 2008. Después le recriminó el análisis de datos económicos y se enredó con la senadora en una discusión -ella fuera del micrófono- por la devaluación. Montero aseguró desde su banca que la inflación terminará el año rondando los 40 puntos si se proyecta el 3,6% que arrojó el nuevo IPCNU en enero y acusó al Gobierno de ejecutar un ajuste ortodoxo como “los que recetaba el FMI en los ‘60”.
Después de que el vicepresidente Amado Boudou intentara calmar los ánimos que iban escalando con una frase poco feliz (“no tiene por qué gustarle las respuestas; si coincidiéramos estaríamos en el mismo partido”, le dijo a la cobista), Capitanich se salió de quicio y le lanzó a la senadora mendocina: “Usted es la verdadera representante del neoliberalismo, porque no sabe hacer análisis presupuestario”. Un gran silencio se produjo hasta que los senadores Gerardo Morales y Oscar Castillo (UCR) intervinieron para apaciguar los ánimos.
Casi dos horas después, Capitanich se disculpó cuando Montero estaba fuera del recinto. Pero la cobista siguió su arremetida por Twitter y las radios. “¿Quiénes son los neoliberales y ortodoxos que ajustan de esta manera? Ya ajustaron con jubilados; les dieron 11% cuando corresponde 20%”, tuiteó. “Le soltaron la mano al gobernador y van a seguir con ajustes ortodoxos: devaluación, aumento de tasas, caída de consumo e inversión”, fue otro tuit.
La situación para Capitanich fue más incómoda cuando le tocó el turno a Sanz. “Usted dijo que es el Gobierno el que toma decisiones políticas y no son las corporaciones. Mi pregunta es si fue una decisión política la devaluación o no. Respóndame por sí o por no”, lo apuró. El ministro coordinador se retobó: “¿Por qué le tengo que responder eso?”, dijo. “Porque está acá para respondernos. Dígame sí o no”, lo acorraló Sanz. Ahí el jefe de Gabinete recordó que la petrolera Shell compró dólares en enero por 8,40 y que luego el Banco Central estabilizó el dólar en $ 7,86, pero Sanz lo volvió a apretar: “Tomo ese titubeo como un ‘sí’, dígalo, no se va a caer el mundo”, hasta que el funcionario le dio por ganada la partida.
Otro momento difícil para Capitanich fue cuando Sanz le preguntó por los vuelos irregulares detectados en la frontera norte, donde está en vigencia el programa Escudo Norte de cooperación de las Fuerzas Armadas y la Gendarmería. El chaqueño dijo que el Gobierno no tiene información. “Yo sí tengo esa información; me la dio formalmente el jefe de la Gendarmería. Se detectaron 700 vuelos irregulares pero el informe señala que ninguno tuvo que ver con el narcotráfico. Ésta es la prueba cabal del fracaso de la política del Gobierno en un tema como éste que hace diez años, cuando llegaron ustedes al poder, no tenía esta magnitud”, le respondió Sanz con la información en sus manos.
El senador también metió a Capitanich en la polémica entre el ministro de Defensa, Agustín Rossi y el secretario de Seguridad, Sergio Berni, sobre si se produce o no drogas en la Argentina. El ministro coordinador dijo que nuestro país “no es de producción” y Sanz lo apuró: “¿Y los 225 laboratorios ilegales decomisados qué son? ¿Hacían análisis de sangre?”. Sin perder los estribos como con Montero, Capitanich le dijo al senador radical “cavernícola” pero las cosas no pasaron a mayores.
Mario Fiore – Corresponsalía Buenos Aires
Fuente: Diario Los Andes
Sé el primero en comentar en «Capitanich admitió que la decisión de devaluar fue “política”»