Tengo muchos complejos, pero ése no. Todo eso siempre me lo tomé con soda. Es parte de la realidad: haber producido más de cien álbumes o haber tenido los logros que tuve en el mundo del cine me da el job qualificationpara poder salir yo solo en las fotos. Pero es importante separar las cosas y que se vea bien que esta es una banda.

Que sin la “marca Santaolalla” no habría trascendido tanto.

Puede ser, sobre todo en el exterior. El nacimiento de Bajofondo fue hace diez años y también ahí empezó mi trabajo con el cine. La gente se confundía: me conocía como el productor de Juanes, pero no sabía que había hecho música de películas; otros sí y no que era el productor de Café Tacuba; otros veían a Bajofondo y no sabían que ese tipo había ganado dos Oscar. Seguramente para atraer a cierta gente ha servido que yo sea miembro de Bajofondo, pero otros se han acercado por la música. Tenemos undemographic de chicos a gente grande, tocamos en festivales de world music , de rock y en teatros.

Un timbrazo interrumpe el diálogo.

Buenos días, ¿estamos teniendo problemas con el agua?, pregunta un empleado del hotel, y se interna en las profundidades del baño. “No hay agua caliente. Muy lindo todo, pero es el segundo día que me baño con agua fría”. Gustavo Santaolalla e stá de paso por Buenos Aires, instalado en una suite del Alvear, para promocionar Presente, el tercer disco de Bajofondo (lo estrenarán el 7 de junio en el Coliseo). “Es de lo mejor que he hecho en años. Es como ver una película, como un viaje. Son 81 minutos de música donde hay de todo: rock nacional, música sinfónica, hip hop, electrónica, tango, candombe, milonga, murga, cánticos de cancha”. Una vez solucionadas las dificultades sanitarias, otros dos tópicos urticantes harán que Santaolalla pida que se apague el grabador para hablar off the record : el Gotan Project y la pornografía.

¿Está bien que Bajofondo sea ubicado en la “world music”?

Lo que tiene la música de Bajofondo es que es música de Bajofondo. Es muy difícil de calificar. Eso es lo más preciado que puede tener un grupo. Como Björk, Radiohead o Café Tacuba. Siempre hicimos hincapié en que no nos gustaba el mote de tango electrónico: no hacemos tango ni música electrónica. Hacemos música del Río de la Plata, con elementos de tango, candombe, milonga, pero también de Los Beatles, Chemical Brothers o DJ Shadow. Todo eso, más 40 años de rock nacional y música clásica, forma parte de quienes somos. Ponerle “tango electrónico” es aberrante. Si lo ves en vivo, es un grupo de rock.

¿Despegarse de ese mote es para, de paso, despegarse del rechazo que genera el tango electrónico?

No, es para decir la verdad y desasnar a la gente. A todos les encanta poner esos labels , y el periodismo también es culpable de eso, porque resulta más sencillo: cuando podés reducir una cosa es mucho más fácil aplastarla. Por eso te decía que la confusión me encanta: pero, ¿qué hace este tipo? ¿Películas, Bajofondo, produce, hace vino?

Soy una persona. Cuando sos un personaje, es muy fácil manipularte, caricaturizarte. Igual, los medios lo intentan.

¿Definirte como empresario es correcto?

Sí, en el sentido de que soy un emprendedor. En el sentido de un businessman no lo sé, supongo que en parte también. Vivimos en una sociedad capitalista: cualquier artista que vende un show en Lanús y está haciendo una transacción es un businessman . Me marcaron mucho Lennon, Warhol o Dylan, que han sabido manejar la carrera artística y cómo insertarse en el sistema capitalista y poder vivir de eso.

¿Qué diría el Santaolalla de Arco Iris si te escuchara hablando de insertarse en el capitalismo?

Pensaba lo mismo, pero no lo tenía tan bien articulado. De hecho, nosotros fuimos los primeros en ser autosuficientes: teníamos 19 años y alquilábamos el Teatro Coliseo, encargábamos los afiches y los pegábamos nosotros. Nadie lo hacía. La mentalidad empresarial existía desde ese momento. Teníamos nuestra propia oficina y un booking agent . Eramos muy disciplinados, no es que vivíamos la vida hippie mirando la puesta del sol. Eramos una empresa. Mi gran desafío siempre fue buscar la manera de hacer cosas alternativas y que al mismo tiempo…

…fueran comerciales.

Sí, comerciales. Je, caímos en un término capitalista. Yo digo “conectar con mucha gente”. Así defino el éxito. En esta sociedad en la que vivimos, eso se traduce en un éxito comercial.

Volviendo a Bajofondo, ¿te puedo preguntar, sin que me pegues, si se inspiró en Gotan Project?

No te voy a pegar, y te lo voy a explicar. Y, después, te voy a contar una anécdota off the record . Hay cosas que están en el aire. Lo que pasó con el Gotan y Bajofondo es que los dos trabajamos en discos que tenían conexión. El primer disco de Bajofondo es más electrónico. No es de una banda: somos Juan (Campodónico) y yo en un estudio. Nosotros trabajamos en Buenos Aires y Uruguay, y el Gotan Project, en París. Ellos no sabían de nosotros, ni nosotros de ellos. Esta es la historia real. Pero no éramos los únicos: estaban Ultratango, Narcotango y Cyber Milonga. Entonces: el tango es una música que ha ido evolucionando y renovándose. Así como los artistas que perduran son los que saben reinventarse, el tango tuvo esa capacidad. Yo siempre digo que no pretendo hacer tango, y que recién dentro de veinte años se va a poder decir si lo que nosotros hacemos aportó algo al género. Fuimos parte de un movimiento que dijo ¿No se podrá combinar el dance, o sea, lo que se baila, con elementos del tango, que alguna vez fue bailable?

Después viene qué hacés con eso: ahí nos diferenciamos del Gotan Project, que es más lounge y europeo. Y ahora viene el off the record .

Fuente:  Por Gaspar Zimerman  

gzimerman@clarin.com 

FOTO: PEPE MATEOS