Con un incremento en noviembre y otro a partir del 1 de enero, Transporte analiza si impacta en la pérdida de pasajeros en un contexto de baja a nivel nacional.
El valor del boleto en Mendoza
El funcionario sostuvo que la política oficial apunta a contener el valor del boleto dentro de los parámetros más bajos posibles en comparación con otras ciudades del país. “Se ha tratado de mantener el valor del boleto lo más bajo posible. Sigue estando entre los más bajos o en la media hacia abajo de una encuesta que se hace sobre el costo del boleto en todas las ciudades del país”, señaló Borrego, y remarcó que se trata de “un esfuerzo importante” por parte del Estado provincial.
De hecho, un relevamiento hecho por el medio nacional Infobae dio cuenta de que el uso del transporte público muestra una disminución en la cantidad de pasajeros en los últimos años en el país: entre 2015 y 2025 bajó 23%. Sin embargo, en Mendoza aseguran que se mantuvo. “Ronda aproximadamente las 200 millones de transacciones al año. Es más, el año pasado, 2024, tuvimos 208 millones de transacciones anuales. Y este año esperamos valores similares”, detalló Borrego.
“Es un valor muy importante entendemos nosotros, primero, porque ha ido creciendo con respecto a estadísticas históricas que teníamos, donde los valores estaban por debajo de los 150 millones de transacciones anuales”, resaltó en relación a lo que sucedía en la provincia en 2015 y 2016.
Beneficios para el transporte
Otro punto que el subsecretario destacó como clave para comprender el impacto real del aumento es la estructura de beneficios y gratuidades vigente en el sistema mendocino. “Más del 60% de las transacciones que se realizan en el transporte público no pagan la tarifa plena”, explicó. Según detalló, ese porcentaje corresponde a usuarios que acceden a algún tipo de descuento o directamente a la gratuidad total.
“Existe una tarifa con un valor 100% menos, que es la gratuidad total, y además de la tarifa plena hay diferentes gratuidades que creó el Gobierno provincial, los comúnmente llamados abonos”, indicó Borrego. Estos abonos incluyen beneficios por frecuencia de uso y descuentos para quienes viajan en horarios de menor demanda.
El objetivo, explicó, es descomprimir las horas pico y mejorar la calidad del servicio. “Son descuentos para las personas que viajan en las horas de menor demanda, a los fines de amesetar las horas pico, o sea, disminuir la cantidad de demanda en esos momentos para que se viaje con mayor comodidad”, detalló.
En números concretos, el subsecretario resumió el esquema actual: “Solo el 40% termina pagando la tarifa de 1.200 pesos, y el otro 60% tiene algún tipo de descuento por todos los beneficios que otorga el Gobierno provincial”.

