Luis Caputo tuvo que salir a aclarar a finales de esta semana que “nunca hablamos con los bancos de un rescate, ni de USD 20.000 millones”.
El ministro habló incluso de una “operación con la sola intención de generar confusión”. Sin embargo, en las semanas previas a las elecciones ningún funcionario de su equipo había desmentido la versión. Todo era de ayuda en ese momento de incertidumbre política para dar la idea de un gran respaldo norteamericano, tanto del Tesoro como de las principales entidades.
Mientras tanto, el Tesoro empezó a comprar dólares en la última semana, llevando la cotización del oficial de 1.420 a 1.450 pesos. Por ahora son compras menores, pero no cabe descartar una aceleración en la medida que no generen un salto significativo en el tipo de cambio.
Ecos de Wall Street
La turbulencia que afectó a Wall Street en las últimas dos semanas complicó, o al menos demoró, el objetivo del Gobierno de recuperar el acceso al mercado de financiamiento voluntario.

En los próximos días quedará claro si se trata de una simple toma de ganancias tras la fuerte suba de acciones de empresas vinculadas a la Inteligencia Artificial o de una tendencia bajista más profunda. En todo caso, los inversores decidieron ser más cautelosos y alejarse de activos de riesgo. Así bajó fuerte el Bitcoin, pero también sufrieron acciones y bonos argentinos, con el consiguiente repunte del riesgo país.
El equipo económico sigue sin dar mayores precisiones sobre cómo piensa acumular reservas. La compra de dólares por parte del BCRA, con la consiguiente emisión de pesos, no parece ser una opción a corto plazo. Incluso Milei le puso paños fríos hace una semana: “Si recuperamos el acceso a los mercados no precisaríamos recurrir a la compra de dólares”, explicó.
Es indudable que el “Talón de Aquiles” del Gobierno sigue pasando por la falta de reservas netas en el Central. Esto expone más la economía a los vaivenes del mercado internacional (como sucedió en los últimos días) y a cualquier ruido interno.
Argentina quedó muy cerca de volver a los mercados a principios de este año, cuando el riesgo país cayó hasta 560 puntos, pero no lo logró. Ahora se presenta una segunda oportunidad, que parece incluso más cercana que hace casi un año. Ahora la situación política es más holgada para el oficialismo, con mayor cantidad de legisladores propios para avanzar con reformas estructurales. A eso se suma un apoyo inédito del gobierno de EEUU. Incluso el tipo de cambio luce mucho más adecuado.
El flanco débil
En lo que no se logró avanzar es en fortalecer al Central con reservas propias. El Gobierno todavía está USD 7.500 millones debajo de la meta de reservas netas que debe cumplir con el FMI para fin de año. Es muy difícil llegar a ese objetivo entre nuevo financiamiento de bancos (vía repo) y compras paulatinas del Tesoro en las próximas semanas.
La reactivación de la economía es otro tema que habrá que monitorear de ahora en más y es una de las prioridades de Economía. El BCRA viene induciendo una fuerte baja de tasas y el jueves definió una importante reducción en los encajes diarios que exige a los bancos, pasando del 95% obligatorio a solo el 75%. De este modo libera pesos y se avanza de a poco en la remonetización de la economía.
Pero el camino viene con algunos obstáculos, porque la inflación viene subiendo por cinco meses consecutivos y en noviembre mantendría la tendencia alcista. Las principales consultoras ya estiman que el mes podría finalizar en niveles de 2,5 por ciento. Hubo fuertes subas en la carne y también aumentos en combustibles, boletos de colectivo y tarifas de luz y gas. A eso se le suma la búsqueda de las empresas de recomponer márgenes de rentabilidad perdidos a lo largo del año. Un indicio: en octubre por primera vez en casi seis meses la inflación minorista superó a la mayorista.
Insumos, dólar y precios
El aumento de los insumos importados por la suba del dólar a lo largo del año no se había podido trasladar ante la imposibilidad de trasladar esos aumentos al consumidor, en medio de la caída de ventas. Por eso, el proceso de expansión monetaria para acompañar la recuperación de la actividad deberá ser cuidadoso para evitar un rebrote inflacionario mayor.
Tanto la recuperación del nivel de reservas como de la actividad económica despuntan como los grandes temas que definirán la agenda económica del 2026. Y muy probablemente los que marquen la fortaleza del Gobierno para evitar la “crisis del tercer año” que en su momento aquejaron a Cristina Kirchner en su segundo gobierno, pero también a Mauricio Macri con la fatídica crisis cambiaria de 2018 y luego a Alberto Fernández en un 2022 que incluyó varios recambios en el equipo económico.
Fuente;https://www.infobae.com/economia/2025/11/23/el-mercado-espera-mas-claridad-sobre-como-se-acumularan-reservas-y-el-riesgo-pais-no-logra-aun-perforar-los-600-puntos/

