Antes de ser un género musical, “heavy metal” fue una expresión literaria creada por William S. Burroughs. Un novelista, artista visual, ensayista y crítico social estadounidense. Renovador del lenguaje narrativo y una de las principales figuras de la generación beat, que refiere a un grupo de escritores estadounidenses de la década de los cincuenta, así como al fenómeno cultural sobre el cual escribieron. Algunos elementos definitorios son el rechazo a los valores estadounidenses clásicos, el uso de drogas, una gran libertad sexual y el estudio de la filosofía oriental. Esta nueva forma de ver las cosas dejó su principal influencia y legado en la posterior contracultura o movimiento hippie. Etiqueta con la que nunca estuvo de acuerdo.
¡Un personaje que sugiero conocer!
En sus manos el escribir se convierte en un acto de magia, como si estuviera componiendo alguna enorme enciclopedia infernal de aquellos actos e impulsos oscuros que una vez llevados a cabo cerraran el paso y para siempre a todos los demonios.
En su novela “The Soft Machine” (1961) es donde Burroughs reflexiona sobre cómo el ser humano se ve condicionado por esa “máquina blanda”, su cuerpo, de cuyas debilidades se aprovechan las clases dominantes a fin de asegurar el control social.
Y más claramente en “Nova Express” (1964), donde presentó al personaje “Uranian Willy, the Heavy Metal Kid”, donde el término describía una energía densa, peligrosa y letal, una metáfora sobre el control y la destrucción interior del ser humano. Lo escribió utilizando el método de plegado, una versión de la técnica del recorte (o découpé en francés) es una técnica narrativa aleatoria que consiste en recortar y reorganizar un texto escrito para crear uno nuevo. El concepto se remonta a los dadaístas de la década de 1920, pero se desarrolló y popularizó en la década de 1950 y principios de la de 1960, especialmente gracias a este escritor como vemos, un innovador en varios sentidos artísticos. Desde entonces, la técnica se ha utilizado en una amplia variedad de contextos.
Años después, el rock adoptó esa expresión para definir un nuevo sonido: potente, visceral, cargado de distorsión y energía.
Aunque Burroughs nunca escribió sobre el género musical. Sí, se acercó a su universo en el ensayo de «Rock Magic» donde Jimmy Page, fundador de Led Zeppelin se refieren a una frase literaria del escritor, no a una de sus obras directas. Allí Burroughs interpretaba los conciertos de Led como rituales mágicos y trances colectivos.
Su visión del lenguaje como fuerza hipnótica y su estética de ruptura influyeron en músicos como Metallica, Ministry, Throbbing Gristle y Kurt Cobain, con quien colaboró en el proyecto The «Priest» They Called Him (1993).
Kurt Cobain conoció por primera vez la obra del poeta beat William S. Burroughs durante el último año de secundaria, y sus escritos influyeron en su composición. En 1992, Cobain contactó con Burroughs para una posible colaboración. Burroughs respondió enviándole una grabación de “The Junky’s Christmas” (que grabó en su estudio de Lawrence, Kansas). Dos meses después, en un estudio de Seattle, Cobain añadió acompañamiento de guitarra. Ambos se encontrarían poco después en Lawrence , Kansas , y producirían “The ‘Priest’ They Called Him”, una versión hablada de “The Junky’s Christmas”.
Así, sin proponérselo, Burroughs sembró en la literatura el nombre que más tarde definiría a uno de los sonidos más poderosos del siglo XX.
Gentileza:
Beatriz Genchi
Museóloga – Gestora cultural.
Puerto Madryn – Chubut.
